Mandinga | 2020-10-17 | Cristian Pulido
El acelerado crecimiento de la mancha urbana entre Boca del Río y Alvarado está afectando la Laguna de Mandinga, desde hace años han sido cuatro fraccionamientos los “verdugos” de especies animales, flora y pescadores.
Actualmente la construcción de una marina exclusiva de un fraccionamiento de plusvalía, amenaza con acabar con los bancos de ostión que les dan sustento a pescadores de dicha laguna.
“Hay un fraccionamiento que más nos ha afectado, ahorita tienen un proyecto de una marina, la cual está enfrente de un banco de ostión conocido como El Tablazo, que hagan esa marina nos perjudica, hay muchas marinas, ¿por qué hacer una dañando la laguna y los bancos de ostión de la laguna?”.
Abraham Portela Ávalos es agente municipal de la comunidad de Mandinga y Matosa, asegura que han sido cuatro los fraccionamientos que desde hace años han afectado el ecosistema del manglar y de la laguna.
Tala desenfrenada
Entre los fraccionamientos que han dañado a la Laguna de Mandinga están Río el Dorado, Lomas de La Rioja y Mandala entre otros, pues al hacerlos, las constructoras deforestan las zonas verdes de alrededor, al cortar árboles, los nortes hacen que la arena vuele y caiga en la laguna, lo que propicia sequía en partes del manglar y el ostión muera.
“Al deslave, con los nortes vuela la arena, y cuando llega a la laguna el ostión se muere, el ostión vive en una especie de banco que no es arenoso, entre lodo y arcilla, tiene concha, no puede vivir totalmente en el fango porque también se muere”, explica.
Hay una denuncia
El pasado 24 de septiembre la cooperativa de Mandinga puso una denuncia en la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) sobre esta situación.
“Nos afecta también la corta del mangle, que es lo que le da vida a la laguna, además del ruido de los yates espantan a los peces, en frente de la zona del Tablazo se está rellenando indiscriminadamente, hay montones de arena acumulados, grandísimos sobre el mangle, han tapado humedales, supuestamente ya habían parado, pero lo siguen haciendo”.