Ciudad de México | 2023-09-23
Los cárteles, incluyendo el Jalisco Nueva Generación (CJNG) y del Pacífico, han encontrado una nueva ruta para el tráfico de drogas y migrantes: las presas hidroeléctricas. Operan principalmente por la noche en municipios fronterizos como Comalapa, Amatenango de la Frontera, La Concordia, Villa Corzo, Ocozocoautla y la localidad Malpaso, para ingresar a territorio de Veracruz.
Este modus operandi implica el uso de las presas La Angostura, Chicoasén, Malpaso y Peñitas para llegar a Veracruz en cuestión de horas.
De acuerdo con informe de Excélsior, aunque anteriormente se utilizaba esta ruta para el tráfico de personas, ahora los cárteles del Pacífico y el CJNG controlan esta vía.
Mientras las fuerzas federales vigilan carreteras y accesos, los criminales utilizan estas presas para llevar a cabo el tráfico de drogas y operaciones clandestinas.
Esto ha resultado en la presencia de bandas criminales en al menos 15 municipios chiapanecos, provocando reclutamiento forzado, migración forzosa de jóvenes y extorsiones a negocios.
En Frontera Comalapa, donde opera el CJNG, se recluta a jóvenes ofreciéndoles sueldos de 20 mil a 30 mil pesos al mes para mantener el control de la zona.
Además, se ha identificado a la organización El Maíz como parte de esta estructura criminal, dedicada al cobro de piso.
Los enfrentamientos entre cárteles han ocurrido en municipios como Palenque, Benemérito de las Américas, Amatenango de la Frontera, Motozintla, Chicomuselo, La Concordia, Villa Corzo, Suchiate, Palenque, Pichucalco y Reforma. Esto ha llevado al secuestro y enfrentamientos entre grupos rivales.
A pesar de la presencia de más de 500 uniformados enviados por el gobierno federal a la zona, las bandas criminales continúan operando con la ayuda de "halcones" que advierten sobre el avance de las Fuerzas Armadas.
A pesar de los esfuerzos de las fuerzas federales, la violencia y la presencia de cárteles siguen siendo una preocupación en la región colindante con Veracruz.
Parte de la droga podría provenir de las bodegas instaladas en Guatemala, con narcotraficantes centroamericanos como intermediarios con Sudámerica.