Sinaloa | 2020-07-20 | Agencias
A finales de 2013, José Rodrigo Aréchiga Gamboa, alias El Chino ántrax, jefe de sicarios de Ismael El Mayo Zambada, desafió a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, el hijo consentido de El Chapo Guzmán y eso le habría costado la vida.
De acuerdo con el semanario Zeta, de Tijuana, El Chino ántrax tuvo una fuerte discusión dentro de un antro en Culiacán con El Chapito. Se desconoce el origen del enfrentamiento verbal, pero fue de tal magnitud que Iván Archivaldo pidió a El Mayo que entregara a su líder de matones, pero no lo hizo.
Sin embargo, Ismael Zambada sacó a Aréchiga Gamboa temporalmente de Sinaloa para evitar más problemas. El Mayo le ordenó asesinar a Francisco Arellano Félix, uno de los líderes del cártel de Tijuana, en Los Cabos, Baja California Sur.
Después huyó y fue detenido en el aeropuerto de Ámsterdam, Holanda, y extraditado a Estados Unidos. Ahí comenzó su debacle.
El Chino Ántrax habría sido testigo protegido en el juicio contra El Chapo Guzmán, sentenciado a cadena perpetua el 17 de julio de 2019. Además, fue pieza clave en la detención del líder del cártel de Sinaloa, otra de las razones por las que Los Chapitos lo traían en la mira.
Luego de la tercera detención y extradición de su padre, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán se empoderaron al enfrentarse y ganar la lucha en contra de Dámaso López Núñez, El Licenciado (detenido en mayo de 2017 y extraditado en julio de 2018) y su hijo Dámaso López Serrano, El Mini Lic, quien se entregó a la DEA estadounidense en julio de 2017.
El Chino ántrax fue sentenciado en EEUU a cinco años de cárcel, pero sus abogados lograron que se le fijara prisión domiciliaria en San Diego, California, de donde escapó. Sin embargo, cometió el grave error de regresar a Culiacán, en donde tenía cuentas pendientes con el cártel de Sinaloa. Lo pagó con la vida.
Se escondió en la colonia Guadalupe Victoria, al oriente de Culiacán, sede del poder criminal de “Los Ántrax”. Pese a ello, lo secuestraron en medio de una lluvia de balas, lo golpearon y lo mataron junto con su hermana y cuñado el pasado 16 de mayo.
Una de las hipótesis apunta a que el brazo ejecutor y la venganza de Los Chapitos finalmente lo alcanzó.
La segunda hipótesis apunta justamente a “Los Mayos”, hijos y operadores criminales de Ismael El Mayo Zambada. El asesinato del “Chino Ántrax” estaría relacionado con la información que proporcionó al gobierno estadounidense sobre el modus operandi del grupo, el sistema de lavado de dinero, así como la identidad de los operadores, contactos y rutas con Colombia, Guatemala, Belice, Costa Rica, Panamá, Honduras, Asia y Europa.
Además de su relación y contactos con las pandillas de Chula Vista y National City en San Diego California, que llevan la droga de ese cártel hacia San Francisco, Chicago, Los Ángeles, y el Norte de California.
De acuerdo con un investigador local que habló con el semanario Zeta, Aréchiga Gamboa “no hubiera regresado a Sinaloa si no creyera que tenía la protección de su jefe. Incluso si los homicidas hubieran sido gente de Los Chapitos, o de Los Beltrán Leyva, ese asesinato no hubiera sido posible si los Zambada no lo hubieran dejado solo”, aseguró.
Versiones extraoficiales apuntan que, en calidad de testigo protegido, la llegada de El Chino ántrax a Culiacán era para facilitar a la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) la captura de El Mayo Zambada.