Ciudad de México | 2024-05-07
Sumergirse en las cristalinas aguas del balneario natural Ojo de Agua es mucho más que una experiencia refrescante en Orizaba.
El idílico lugar esconde una leyenda que ha cautivado a generaciones, añadiendo un toque de misterio y encanto a su belleza natural. Es alimentado por un manantial propio de Orizaba, pero con parte de su infraestructura en Ixtaczoquitlán.
Ubicado en el corazón del Pueblo Mágico, este oasis acuático no solo ofrece diversión y relajación, sino también el encanto de una historia que ha perdurado a lo largo del tiempo.
Una particularidad de este lugar es su estrecha relación con la naturaleza y las leyendas que la envuelven.
La leyenda de "La Sirena" es parte de la historia de Ojo de Agua y se celebra cada 24 de junio con reverencia y asombro.
Según cuenta la tradición, en esta fecha especial, una hermosa sirena emerge misteriosamente a la orilla de la laguna, portando un cofre lleno de tesoros y solicitando ayuda a quienes se acerquen a ella.
Pero esta ayuda no viene sin condiciones. Se dice que un joven, seducido por la promesa de riqueza, accedió a asistir a la sirena con la condición de no mirarla mientras la llevaba a un lugar específico.
Sin embargo, la curiosidad pudo más que la promesa, y al voltear a mirarla, el joven presenció una transformación asombrosa que lo dejó aterrado y sin rastro de la criatura mítica que había encontrado.
La leyenda, transmitida de generación en generación, agrega un aura de misticismo al balneario Ojo de Agua, convirtiéndolo en un destino aún más cautivador para aquellos que buscan aventura y un vínculo especial con la historia y la cultura local.
Más allá de ser un lugar de recreación y esparcimiento, este oasis acuático deja una huella imborrable en todos los que lo visitan.
El balneario Ojo de Agua no se limitan únicamente a su leyenda. Ofrece actividades para satisfacer a todos los visitantes, desde áreas de recreación y juegos para niños hasta delicias culinarias típicas que deleitan los paladares más exigentes.
Además, su ubicación privilegiada cerca del Cerro del Borrego y su río alimentado por manantiales locales lo convierten en un paraíso natural que invita a explorar y descubrir nuevos horizontes.