Xalapa | 2024-07-04
La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Loretta Ortiz Ahlf, declaró que la reforma al Poder Judicial debe realizarse por ser un "mandato ciudadano". Sin embargo, subrayó la importancia de impulsar a "perfiles altos" si el pueblo vota a los ministros, magistrados y jueces.
En el marco del 14º Encuentro Nacional para una Agenda de Seguridad y Justicia, realizado en la Universidad Anáhuac Campus Xalapa, la ministra destacó que no se deben desaprovechar 30 años de profesionalización de jueces y magistrados. "Los que sean elegidos, que sean personas con el perfil alto, haber pasado los exámenes de carrera judicial", enfatizó.
Ortiz Ahlf insistió en que, aunque la elección sea por votación, deben seleccionarse personas verdaderamente preparadas. "Si los van someter a votación ´ok´, pero que escojan a los verdaderamente preparados, capacitados para eso", añadió.
Durante su intervención, la ministra señaló que a trece años de iniciar la nueva época "garantista" Constitucional, los índices de inseguridad e impunidad continúan elevados.
Ortiz Ahlf subrayó que las soluciones en materia de seguridad no pueden separarse del acceso a la justicia. "Ambas desembocan en un congregado de herramientas que deben garantizar a las víctimas un acceso de recursos efectivos a la verdad", explicó.
La ministra también destacó que la justicia, y no solo la legalidad, presenta un desafío social complejo. "Es apremiante aprovechar esta oportunidad para desplegar un ejercicio amplio de autocrítica y reflexión que derive en una mejor administración de justicia y una mayor legitimación constitucional", afirmó.
Por su parte, la Senadora de la República y Secretaria de la Comisión de Justicia en la Cámara Alta, Indira Rosales San Román, expresó su opinión contraria a la reforma propuesta en cuanto a la elección popular M, señalando que "la democratización" no resolverá las carencias del sistema judicial.
"Votar a los jueces y magistrados no va a resolver las carencias del Poder Judicial", dijo, comparando la situación con elegir entre un médico general sin experiencia y un cardiólogo con más de 300 operaciones para una cirugía de corazón abierto.
La senadora concluyó que la reforma no es un hecho, ya que el grupo en el poder no tiene actualmente las dos terceras partes necesarias en el Senado ni en la Cámara de Diputados, aunque en la próxima legislatura si lo tendrá.