México | 2023-12-14
Los últimos dos días las y los habitantes de la CDMX han sido víctimas de los llamados microsismos; pequeños movimientos muy similares a una sacudida rápida que no activaron la alerta sísmica.
Esto se debió a que estos tuvieron su epicentro justo en la capital del país y no en la zona de Guerrero o Michoacán, donde suelen darse los sismos de mayor intensidad y que sí activan las alertas debido al tiempo de anticipación.
Como te explicamos en algún momento, los microsismos se producen cuando hay algún movimiento en las diversas fallas que hay a lo largo de la CDMX; la liberación de energía en esta zona, principalmente volcánica y lacustre, es lo que genera estos sacudones.
Y no solo eso; al ocurrir, estos movimientos casi siempre viene acompañados de un sonido similar a una explosión, el cual suena con mayor intensidad conforme se está más cerca de su epicentro.
Registros históricos indican que estos microsismos son de alrededor de magnitud cuatro; y la ausencia de alerta sísmica es lo que ha puesto ´de malas´ a las y los habitantes de la capital. Lamentablemente, estos movimientos son imposibles de detectar para los sensores.
Por fortuna, comparada con la energía liberada por los sismos que se originan en la costa del Pacífico, los microsismos liberan cantidades muchísimo menores; sin embargo, algunos podrían llegar a causar daños en inmuebles cercanos al epicentro.
Hay que tener en cuenta que la zona del Valle de México, sobre todo la capital al estar construida sobre el lecho seco de un lago, reúne las condiciones ideales para amplificar la intensidad de los sismos.
Esto, para muchos especialistas, debe ser más un llamado de atención respecto a los reglamentos de construcción para evitar tragedias como las ocurridas en septiembre del 1985 y 2017.