México | 2023-10-31
El Día de Muertos es la tradición mexicana más esperada del año, pues por su significado espiritual, se dice que las almas viajan desde el más allá una ves al año, para visitar a sus seres queridos. Por ello, se acostumbra decorar las calles, casas, parques y edificios alusivo a esa festividad.
México es el único país que celebra, se ríe y abraza la muerte, por ello, la Unesco incluyó esta tradicióon en su lista del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad desde noviembre del 2003, celebrandolo por todo lo ancho y largo del país, todos los estados tienen su forma especial de celebrarlo, pero nadie lo hace como el poblado Pomuch, en Campeche, y te contamos por qué.
En el caso de Pomuch, un pueblo de cerca de 10.000 habitantes en la península de Yucatán, desde el 31 de octubre al 2 de noviembre, los cadáveres acompañan a las familias en el cementerio después de ser desenterrados: se trata del Choo Ba'ak (vestida de huesos), una tradición maya que aún se mantiene en la región desde hace años.
Pomuch se encuentra a 60 kilómetros al norte de Campeche, en el camino que lleva a Mérida. Como en toda la península, el Día de Muertos es conocido como Hanal Pixán (comida de las almas) y además de asistir de visita a los cementerios con flores, velas y comida típica, se realiza una ofrenda en cada casa con los mismos elementos.
Para exhumar y limpiar los huesos de un ser querido en el Día de Muertos, es necesario que hayan transcurrido tres años desde su fallecimiento. Una vez cumplido este plazo, los familiares pueden acudir al cementerio con las servilletas bordadas y asear los restos de sus difuntos.
Los huesos se limpian con cuidado y se envuelven en servilletas bordadas con motivos florales y el nombre de los difuntos, elaboradas especialmente para la ocasión.
En Pomuch se mantiene una tradición de memoria y cuidado de los restos físicos de quienes ya no están: unos días antes del 31 de octubre, los familiares acuden al cementerio local para limpiar los cadáveres de sus difuntos y prepararlos para el Hanal Pixán, festividad en la que pueden volver a compartir durante ese tiempo con los vivos.
Que los familiares desentierran a los muertos para limpiar sus huesos y colocarnos en una nueva urna, decorada con mantos bordados, en una muestra de homenaje y amor a un miembro de la familia que ya no está.
Para muchos es un espectáculo macabro, pero para los habitantes de la localidad, es una forma de honrar a los muertos y una tradición de la cultura maya que se mantiene en el tiempo.
En el pensamiento prehispánico, la noción de que los muertos acompañan íntimamente la vida ritual de los vivos se compartió tanto por los antiguos nahuas como por los mayas y otras culturas precolombinas.
La tradición de limpiar los huesos en Pomuch ha adquirido fama mundial en los últimos años y ha atraído turistas que acuden al cementerio en los días que se lleva a cabo el Choo Ba'ak. Sin embargo, se trata de un momento íntimo, en el que la familia recuerda la vida del difunto, platica con él o le pone al tanto de lo que sucede en este plano.