Ciudad de México | 2022-09-24
Luego de que los cuerpos de los 43 normalistas de Ayotzinapa, fueran desenterrados de unas fosas clandestinas para llevarlos al Batallón de Infantería, se revelaron conversaciones de José Luis Abarca, entonces alcalde de Iguala.
“Se van a llevar los cuerpos de aquí para manipular a sus anchas (…) Aquí no se va a poder hacer mucho por temas familiares, prensa, etc”, dice un documento del caso al que tuvo acceso el periódico Reforma.
Días después del incidente, el presidente Enrique Peña Nieto habría mandado a “su sirviente”, como era identificado Tomás Zerón, a negociar con Abarca y que pidiera licencia para “desaparecer”.
Sin embargo, la defensa de Zerón alega que su cliente nunca tuvo comunicación con el exalcalde antes de ser detenido y no negoció nada con él.
Abarca propuso quedar como autor intelectual de los hechos durante unos meses y después salir del país. Posteriormente, pidió su licencia el 30 de septiembre y el 04 de noviembre fue detenido.
En días pasados, un juez federal giró nuevas órdenes de aprehensión contra José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, por delincuencia organizada y nexos con el grupo delincuencial Guerreros Unidos.
Son alrededor de 20 testigos protegidos quienes rindieron su declaración ante la Fiscalía General de la República señalando que el matrimonio está relacionado con delitos contra la salud desde sus nexos con el narcotráfico.
El crimen de los 43 normalistas de Ayotzinapa ocurrió el pasado 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
/pn