Ciudad de México | 2022-07-05
Daniel Robles Haro, joven con parálisis cerebral y quien necesitaba de la firma electrónica para que se le pudiera agregar a la nómina de una empresa, finalmente logró realizar su trámite.
Daniel Robles Haro, un joven de 26 años de edad quien sufre de parálisis cerebral cuadriparesia distónica, caracterizada por ser una discapacidad motora, por lo que utiliza de manera permanente una silla de ruedas.
Hace unos días, el joven contribuyente con discapacidad motora había denunciado mediante redes sociales que se le negó la emisión de su firma electrónica durante una visita a las oficinas del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
“Yo no sé si soy el primer caso así en el SAT, de lo que estoy seguro, es que vendrán más, porque las personas con discapacidad estamos trabajando por ser cada vez más visibles, y abriendo caminos de real inclusión”, expresó Daniel Robles Haro al relatar a detalle su experiencia.
Los motivos para negar el trámite eran porque no se sabía si Daniel Robles era una persona capaz de asumir una responsabilidad como contribuyente. Las únicas dos opciones que tenía eran: presentar un dictamen médico que lo facultara o que su madre consignara un dictamen de incapacidad para firmarlo como tutora.
Sin embargo, el coordinador nacional de Administraciones Desconcentradas a Servicios al Contribuyente, José Miguel Ricaño Hernández, se comunicó con el joven activista para solucionar su caso.
El pasado 1 de julio, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) afirmó que la Suprema Corte de Justicia de la nación (SCJN) declaró inconstitucional la creencia de que las personas con discapacidad no pueden tomar decisiones por su propia cuenta y que esto solo repercute en actos que releguen aún más a estas poblaciones.