| 2024-01-22
Desde el año 2023, surge una propuesta en México que busca transformar el paradigma laboral, cambiando la semana de trabajo de 48 a 40 horas, con la introducción de dos días de descanso tras cinco días laborables.
El congresista Prieto Terrazas ha presentado esta iniciativa, marcando el inicio de un debate que podría tener repercusiones significativas en el panorama laboral del país.
La propuesta ha despertado tanto expectativas como preocupaciones entre la población. Por un lado, los trabajadores ven en la reducción de la jornada laboral una oportunidad para mejorar su bienestar y equilibrio en la vida.
Sin embargo, el debate no se limita a los trabajadores, ya que diversos sectores empresariales han expresado resistencia. Los críticos argumentan que la implementación de esta reforma podría afectar negativamente a pequeñas y medianas empresas, así como a sectores clave de la economía, incluyendo agricultura, manufactura, comercio y turismo.
Además, se ha destacado la necesidad de contratar aproximadamente 2,6 millones de personas bajo esquemas de jornadas reducidas, lo que representaría un gasto adicional significativo, estimado en alrededor de 20 mil millones de dólares anuales para el sector empresarial.
Las preocupaciones económicas y financieras se entrelazan con el bienestar laboral, planteando un dilema que debe ser cuidadosamente evaluado.
La propuesta legislativa contempla la reducción de la semana laboral de 48 a 40 horas, junto con la introducción de dos días de descanso después de cinco días de trabajo consecutivos.
Aunque teóricamente beneficiaría a aquellos con jornadas extensas, no todos los trabajadores se verían afectados de la misma manera, ya que aquellos con jornadas de ocho horas o menos durante cinco días a la semana no experimentarían cambios.
El camino hacia la aprobación de esta ley parece lleno de desafíos y cuestionamientos. La secretaria de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados, Susana Prieto Terrazas, ha señalado la falta de claridad en los procedimientos que la comisión debe seguir para analizar esta propuesta, agregando un elemento de incertidumbre.
A pesar de las divergencias y la falta de consenso en el Congreso durante 2023, se espera que la propuesta sea debatida durante los meses de marzo y abril de 2024.
En caso de una resolución positiva, la implementación de la nueva jornada laboral podría llevarse a cabo de manera progresiva a lo largo de ese año, tanto en instituciones gubernamentales como en empresas privadas.