Ciudad de México | 2024-09-28
La tormenta John, que azotó el suroeste de México, ha dejado un saldo devastador con al menos 22 personas fallecidas. Inundaciones, deslaves y destrucción afectaron principalmente a Guerrero, Oaxaca y Michoacán.
Las autoridades continúan trabajando en labores de rescate y apoyo para los damnificados mientras la región enfrenta las secuelas de este fenómeno climático.
El estado de Guerrero fue el más afectado, registrando 18 de las 22 muertes reportadas.
Los deslizamientos de tierra, provocados por las intensas lluvias, arrasaron viviendas en varias comunidades.
Entre las víctimas, se encuentran familias que vivían en zonas vulnerables y de difícil acceso.
En Oaxaca, tres personas perdieron la vida debido a las fuertes lluvias, mientras que en Michoacán, un niño falleció tras ser arrastrado por la corriente de un río.
John se intensificó rápidamente, alcanzando la categoría de huracán el pasado lunes. Tras su formación, golpeó la costa de Guerrero y luego continuó provocando lluvias torrenciales durante el resto de la semana.
Aunque el viernes la tormenta comenzó a disiparse, los efectos de las precipitaciones se mantuvieron, causando inundaciones generalizadas.
Las autoridades señalaron que las lluvias de John fueron casi tres veces mayores que las del huracán Otis, que en 2023 causó más de 50 muertos en Acapulco.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, compartió en redes sociales imágenes de los esfuerzos de rescate en las zonas afectadas.
Las operaciones incluyeron el uso de botes, motos acuáticas y helicópteros para evacuar a las personas atrapadas por las inundaciones.
Familias con niños pequeños fueron trasladadas desde los barrios más dañados, mientras que algunos residentes usaban incluso tablas de surf para escapar de sus hogares.
Salgado también informó que el acceso al aeropuerto de Acapulco fue restablecido el sábado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que se han instalado albergues y cocinas para los damnificados, y que la distribución de ayuda continuará mientras el nivel del agua sigue disminuyendo.
Sin embargo, los meteorólogos advierten que el aumento de las temperaturas oceánicas está haciendo que los huracanes se fortalezcan más rápidamente, lo que deja menos tiempo para que las comunidades costeras se preparen.