México | 2022-12-19
Desde la noche del domingo 18 de diciembre un crimen ha conmocionado al mundo artístico en México. Los hermanos Jorge y Andrés Tirado fueron hallados sin vida en un domicilio de la colonia Roma Norte.
Junto a ellos había una tercera persona, un adulto mayor que todo indica es un familiar. Este lunes, el titular de la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, confirmó que hay tres personas detenidas por su presunta participación, lo que fue secundado por la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.
Jorge Tirado, originario de Mazatlán, tenía 35 años; sin embargo, a su corta edad ya se había hecho de un nombre dentro del mundo de la música, además de manejar a otros artistas. Se desempeñaba también como fotógrafo y colaborador en diferentes empresas.
Por otro lado, su hermano Andrés de 27 años era egresado del Centro Universitario de Teatro y radicaba en la CDMX; fue protagonista del cortometraje Peña de lobos del director Mauricio Rojo, además que tenía ya una notable carrera en diversas puestas en escena.
La muerte de Andrés y Jorge Tirado también tuvo un gran impacto en el ambiente artístico de Xalapa, donde eran ampliamente conocidos por actores de teatro, músicos, fotógrafos, y demás personas dedicadas a estas áreas, que también compartieron mensajes de apoyo y sus condolencias a la familia.
Según investigaciones, el asesinato de los hermanos, su tío y la desaparición de una persona más, esposa de esta última persona, estaría relacionada a la disputa de un inmueble.
Las personas detenidas por estar presuntamente implicadas fueron identificadas como Blanca Hilda ‘N’, su hija Sally Mechaella ‘N’ y su yerno Azuher ‘N’.
Estas tres personas compartían la vivienda de la calle Medellín 113 de la colonia Roma Norte, alcaldía Cuauhtémoc, con los finados. Contradicciones en sus declaraciones hicieron que la autoridad presumiera su participación en estos delitos.
El dueño de la casa en cuestión, esposo de Blanca Hilda, falleció, lo que hizo que reclamara la vivienda. Sin embargo José González y su esposa, tío de los jóvenes artistas, también eran familiares del dueño, por lo que también pedían la casa.