Ciudad de México | 2024-10-11
En momentos de catástrofes naturales como huracanes, estar preparado con alimentos y agua puede marcar la diferencia. Aunque es común sentir pánico al buscar rápidamente información en Internet sobre qué suministros acumular, las pautas básicas son claras y aplicables a casi cualquier situación de emergencia.
A continuación, te ofrecemos una guía completa sobre qué almacenar y cómo estar preparado en caso de requerirlo.
La recomendación general es tener suficientes alimentos y agua para al menos tres días. En términos de agua, se sugiere almacenar 3.7 litros por persona al día.
Para una familia de dos personas, esto significa aproximadamente 22 litros para tres días, mientras que para una familia de cuatro, serían 45 litros. Además, se aconseja tener alimentos no perecederos que puedan sostener a la familia durante ese mismo periodo.
Sin embargo, si tienes el espacio suficiente, los expertos sugieren aumentar las reservas para una o dos semanas. Esto es especialmente útil si las condiciones empeoran y el acceso a los suministros es limitado.
Idealmente, los alimentos y el agua deberían estar guardados en un lugar fresco y oscuro dentro de la casa, evitando áreas como garajes sin aislamiento, donde las temperaturas pueden variar drásticamente.
Es esencial contar con alimentos que tengan una larga duración y que tu familia consuma habitualmente. Las mejores opciones incluyen mantequillas de nueces, atún enlatado, frutos secos, granola, barritas de proteínas, cecina, y frijoles enlatados.
Además, tener alimentos reconfortantes como el café instantáneo, té o chocolate caliente puede ser útil durante una emergencia.
Para mejorar el sabor de las comidas enlatadas o los alimentos básicos de la despensa, puedes almacenar condimentos de larga duración como salsa de soja, aceite de sésamo y especias. Estos ingredientes pueden transformar una simple comida de supervivencia en una experiencia más agradable.
En caso de apagón, lo mejor es consumir primero los alimentos frescos y refrigerados, seguidos de los congelados y, por último, los alimentos no perecederos.
También es importante contar con un equipo básico como un abrelatas manual, cerillas y una fuente de calor portátil como una parrilla o estufa de gas, junto con el combustible adecuado.
Muchos expertos recomiendan revisar los suministros de emergencia cada seis o 12 meses. No es necesario reemplazar todo, pero sí es importante verificar las fechas de caducidad de los alimentos, las baterías y los medicamentos, y reemplazar aquellos que estén cerca de expirar.
Un buen truco es programar recordatorios en el calendario para el inicio de la primavera y el otoño.