| 2024-09-27
El gobierno federal planea implementar una nueva medida que prohibirá la venta de alimentos y bebidas con alto contenido calórico, sal o azúcar en todas las escuelas del país, desde preprimarias hasta universidades. Esto incluye tacos, chilaquiles, quesadillas, postres caseros y una amplia variedad de productos como frituras, galletas, dulces y bebidas saborizadas.
Las escuelas tendrán seis meses para ajustar sus menús tras la entrada en vigor de esta medida.
El anteproyecto, supervisado por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), busca fomentar un estilo de vida saludable entre los estudiantes. Además de la prohibición de alimentos procesados, se promoverá la venta de opciones saludables como leche descremada, frutas, verduras, cereales integrales y leguminosas, limitando la adición de sal y azúcar en las preparaciones escolares.
Representantes de comerciantes, proveedores y cooperativas escolares han expresado su preocupación por el impacto económico que la medida podría generar. Señalan que la prohibición aumentará los costos, afectando a micro, pequeñas y medianas empresas.
También critican que el proceso de consulta pública se haya reducido a un solo día, en lugar de los 20 días habituales.
Uno de los puntos más cuestionados es el aumento de costos en la preparación de alimentos "saludables". Por ejemplo, un sándwich con productos sin sellos de exceso de grasas y calorías podría subir de 35 a 66 pesos, mientras que una hamburguesa aumentaría de 58 a 85 pesos, según estimaciones de proveedores.
Uno de los comentarios más destacados es que, aunque la prohibición se aplicará en las escuelas, los estudiantes mayores de 18 años, que asisten a universidades, podrán seguir comprando estos productos en tiendas cercanas.