Tailandia extiende toque de queda en Bangkok y otras 28 provincias por Covid-19

Tailandia | 2021-08-02 | EFE

Tailandia extendió el confinamiento de Bangkok y otras 28 provincias durante agosto, como medida para frenar el peor repunte de Covid-19 que vive el país y que también está afectando con fuerza al resto del sudeste asiático.

La decisión de las autoridades llega cuando Tailandia registra cifras récord de contagios y muertes que no se consiguen frenar, a pesar de fuertes restricciones impuestas desde hace semanas.

Tailandia registró hoy 17 mil 970 contagios de Covid-19 y 178 muertes, tras un fin de semana en el que se han vuelto a registrar las cifras más altas desde el principio de la pandemia por el fuerte impacto de la variante Delta.

Las restricciones, que podrían permanecer en vigor en gran parte del país durante todo agosto, implican toque de queda desde las 21:00 horas, la limitación de reuniones a cinco personas, además del cierre de restaurantes, parques, centros comerciales y establecimientos de ocio.

Las autoridades indicaron que tienen previsto reunirse el 18 de agosto para evaluar de nuevo el funcionamiento de las medidas.

La campaña de vacunación, que inició en febrero, avanza con retraso con respecto al calendario inicial presentado por el gobierno. Hasta el momento, alrededor del cinco por ciento de la población vacunable ha recibido el esquema completo.

Por otra parte, la situación de los hospitales es crítica, sobre todo en la capital, donde los centros sanitarios están completamente desbordados.

Las autoridades admitieron que varios infectados han perdido la vida en sus casas después de solicitar ayuda médica y mientras esperaban en sus hogares a que esté disponible un espacio en los hospitales.

Las fuertes críticas al gobierno por su gestión de la campaña de vacunación y la incapacidad para frenar el repunte motivó al Ejecutivo del general Prayuth Chan-o-cha a aprobar la semana pasada una orden para prohibir informaciones sobre la pandemia que generen miedo entre la población.

La medida, que incluye penas de cárcel, ha sido muy crítica por la oposición y los medios de comunicación, pues es considerada como un intento del gobierno de limitar el derecho a la crítica y a libertad de expresión.