Ciudad de México | 2024-07-24
El 22 de julio inició el proceso de registro para quienes aspiran a la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, buscando reemplazar a Alejandro Moreno Cárdenas y Lorena Piñón Rivera, oriunda de Veracruz, presentó su registro como aspirante a la dirigencia del PRI, acompañada por Cuauhtémoc Betanzos Terroba, aspirante a la secretaría general del partido.
Piñón enfatizó que en el PRI no hay lugar para "vacas sagradas" ni individuos que se consideren por encima de la militancia. Además, expresó su desacuerdo con aquellos que creen que el partido debería permanecer inactivo tras derrotas electorales.
Esta es la segunda vez que Piñón se postula para la dirigencia del PRI, luego de que su candidatura fuera cancelada en 2019 debido a su participación como candidata del PAN en las elecciones del Congreso de Veracruz de 2015-2016.
El proceso llegó hasta la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que finalmente ordenó respetar su militancia en el PRI.
En su discurso de registro, Piñón destacó la necesidad de que el PRI se reinvente y abrace la innovación para ganar en las próximas elecciones. Subrayó que la Asamblea Nacional ha demostrado interés en reconstruir el partido y que es momento de una revolución y renovación internas.
Además, hizo un llamado a la unidad y a reconectar con las bases del partido, considerando a la militancia como su mayor fortaleza.
Piñón visualiza un PRI capaz de articular reformas audaces y sensatas, defendiendo las libertades individuales y la responsabilidad social. Declaró el inicio de la "reconquista" de ayuntamientos, gobiernos estatales y curules en el Congreso, además de recuperar la confianza de la militancia y de los ciudadanos.
Piñón se comprometió a defender los principios democráticos y el pluralismo político, siendo una voz firme y crítica que ofrezca alternativas viables para el país.
Invitó a los jóvenes y a las mujeres a ser protagonistas de la transformación del PRI, asegurando que las candidaturas se asignarán en al menos un 60% a mujeres, cumpliendo con el mandato de la Asamblea Nacional.
Finalmente, Piñón reconoció la sabiduría de los cuadros experimentados del partido, pero dejó claro que en el nuevo PRI no hay lugar para privilegios, y que la dirigencia debe estar compuesta por líderes territoriales que trabajan en las calles, ejidos y colonias.