Xalapa | 2024-09-26
El Congreso de Veracruz aprobó por unanimidad la reforma al Artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con 44 votos a favor.
Esta modificación reconoce a los pueblos indígenas y comunidades afromexicanas como sujetos de derecho público, otorgándoles personalidad jurídica y patrimonio propio, y establece un marco legal para su protección y participación.
La reforma, discutida en una Sesión Extraordinaria, también asegura que las comunidades podrán organizarse de manera autónoma en los ámbitos social, económico, político y cultural.
Asimismo, garantiza su participación en consultas sobre temas que puedan afectarles, y protege su identidad, patrimonio cultural y propiedad intelectual.
Las autoridades están ahora obligadas a promover el desarrollo comunitario y regional, asignar presupuestos específicos y fortalecer la educación indígena, intercultural y plurilingüe.
También deberán implementar medidas que ofrezcan una perspectiva intercultural en el acceso a la salud y garantizar el derecho a la alimentación de estas comunidades.
Un componente de la reforma es la inclusión de las mujeres indígenas. La ley les asegura condiciones de igualdad en el acceso a la educación, la propiedad de la tierra y su participación en procesos de toma de decisiones.
Además, se subraya la importancia de promover y respetar sus derechos humanos.
La diputada Lidia Irma Mezhua Campos, del grupo legislativo de Morena, celebró la reforma al destacar que permitirá a los pueblos indígenas y afromexicanos recibir y ejecutar recursos presupuestales, lo que ayudará a reducir las desigualdades y los rezagos sociales que enfrentan.
"Fueron décadas de olvido e indiferencia, en las que la mirada gubernamental no se centraba en la infinidad de carencias y problemáticas. Se les trataba como si no fueran parte fundamental de nuestro pueblo", comentó Mezhua.
Por su parte, Itzel Yescas Valdivia del Partido Acción Nacional (PAN) resaltó que Veracruz ocupa el tercer lugar a nivel nacional en población afrodescendiente, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
También mencionó que 46 de los 212 municipios del estado tienen mayoría indígena, y en 25 de ellos se hablan lenguas indígenas; "estamos haciendo justicia a más de 25 millones de mexicanas y mexicanos con esta deuda de igualdad que incluye a nuestro Estado", afirmó.
La diputada Ruth Callejas Roldán, del grupo legislativo mixto Por Amor a Veracruz Verde, destacó las cifras proporcionadas por la Encuesta Intercensal 2015, que indica que en México existen más de 25 millones de personas indígenas, de las cuales más de siete millones hablan alguna lengua indígena.
En Veracruz, se identifican 13 regiones indígenas y comunidades afromexicanas distribuidas en más de dos mil localidades de 104 municipios. Callejas enfatizó que se deben de reconocer a estas comunidades como sujetos de derecho, y de fortalecer prácticas como la medicina tradicional.
El diputado Marlon Eduardo Ramírez Marín, del grupo legislativo mixto Por un Veracruz de Resultados, calificó la aprobación de la reforma como un avance significativo en el reconocimiento de los derechos de las comunidades indígenas y afrodescendientes.
Recordó la importancia histórica de Veracruz como el estado donde se encuentra el municipio de Yanga, considerado el primer pueblo libre de América.
"Nosotros votamos a favor para que finalmente se dé un paso más, que no es, creo yo, el definitivo, que da la posibilidad a nuestros pueblos, a nuestras comunidades", señaló Ramírez.
Por su parte, el legislador José Luis Tehuintle Xocua, del Partido del Trabajo (PT) destacó que la reforma cuenta con una amplia legitimidad social y política.
Señaló que su implementación deberá traducirse en políticas públicas que mejoren las condiciones de vida de las comunidades indígenas y afromexicanas; "hace falta legislar más a favor de esta noble causa, pues no queremos que quede en simple demagogia", advirtió.
Finalmente, el diputado Bonifacio Castillo Cruz del Distrito VI de Papantla subrayó la contribución de las culturas originarias al desarrollo del país.
"Es una deuda histórica de los pueblos prehispánicos de este México nuestro, una deuda histórica de ese otro México que vive como extraño en su propia tierra, pueblos originarios atropellados, marginados y olvidados", concluyó Castillo.