Orizaba | 2024-03-23
Como parte de una costumbre que mantienen viva desde hace al menos 60 años, vendedores de Ixhuatlancillo aprovechan esta temporada de Semana Santa para ofertar sus palmas en el atrio de la catedral de Orizaba.
La señora María Florencia Contreras tiene 77 años; relata que acompañaba a sus papás a vender desde que ella tenía 10. Ahora no sólo vende palmas, también macetitas y costalitos con granos y semillas que son para la abundancia y el dinero.
En su caso, ella ya compra las palmas hechas y únicamente las adorna para venderlas.
Abigail Méndez tiene 22 años; a ella la enseñó su bisabuelita a tejer las palmas, lo cual no es difícil, sólo requiere dedicación y tiempo, pues para tejer un adorno de palma mediano le lleva unos 20 minutos.
Las palmas las compra en la Ciudad de México y las adorna con ruda, manzanilla, romero, laurel y una flor. Estas plantas las compra en el Mercado de Flores.
Luis Armando Nicolás tiene 25 años; a los ocho su mamá le enseñó cómo tejer palmas y a ella le enseñaron sus papás. A los 12 años él comenzó a hacer las suyas para vender.
"Para tejerlas, las palmas tienen que estar del mismo tamaño, para que no se salgan ni queden chuecas, tampoco que haya lados más gruesos o delgados", explicó.
Luis Armando indicó que con la práctica que tiene, ahora puede hacer un Cristo de palma en 10 minutos.
A su vez, Josefina Sixta Ángel, de 38 años, señaló que comenzó a tejer palmas desde hace 25 años y recuerda que en ese entonces sus papás vendían en la calle, luego los pasaron a la entrada de la catedral y ahora están en la parte de atrás del atrio, por lo que están vendiendo menos.
Por ello, comentó que cooperaron para hacer unas cartulinas y pegarlas al frente del templo y que la gente sepa en dónde se encuentran.
De acuerdo con los vendedores las palmas no sólo se usan frescas, también se utilizan secas, lo mismo que el tallo del trigo.
Respecto a las canastitas y costalitos con semillas y granos, mencionaron que eso procede de una tradición en la que sus abuelitos acudían en la primavera con sus semillas para que se las bendijeran y así iniciar el nuevo ciclo agrícola con abundancia.
Los vendedores invitaron a la población a visitarlos en la parte trasera del atrio, en donde hay palmas para todos los gustos y bolsillos, desde 15 pesos a 60 pesos.