Veracruz | 2021-01-09 | Aristegui Noticias
Los pobladores de la comunidad Hidalgo Amajac, Veracruz, hallaron una escultura de piedra con forma de mujer de casi dos metros de altura. Después de una inspección, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó que sí es una pieza prehispánica y que es la primera de su tipo localizada en la cuenca del río Tuxpan, al sur de la huasteca veracruzana. El hallazgo de los pobladores se dio el pasado 1 de enero, tres días más tarde, el INAH acudió al sitio para hacer una inspección y determinó que se trata la escultura de una joven mujer, que luce tocado y un elaborado atavío, además de otros rasgos que la vinculan con la cultura huasteca y aunque se aprecian rasgos del Centro de México; su antigüedad podría corresponder al periodo Posclásico Tardío (1450-1521 d.C.).
La arqueóloga María Eugenia Maldonado Vite, del Centro INAH Veracruz, señaló que la pieza representa a una joven mujer de élite, “posiblemente gobernante por su postura y atavíos, más que a una deidad como se han interpretado casi todas las esculturas huastecas femeninas, a las cuales se vincula con la diosa Tlazoltéotl”. La figura, indicó, está elaborada en roca caliza y mide 60 centímetros en su parte más ancha y alrededor de 25 centímetros de grosor. Tiene un buen estado de conservación.
Luce un rostro pequeño, ojos abiertos y huecos, “los cuales debieron estar rellenos con incrustaciones de obsidiana u otra piedra”, con un tocado alto, un collar al centro del cual se distingue un adorno en forma de gota, conocido como oyohualli, un torso ataviado con una camisa de mangas largas y una larga falda que llega hasta los tobillos y revela el par de pies desnudos.
Dada su ubicación geográfica entre los sitios arqueológicos de Tochpan (Tuxpan) y Castillo de Teayo, la pieza está ligada a la tradición escultórica y a la cultura huasteca, aunque presenta ciertos rasgos del centro de México, cuando en la región se hizo notoria la influencia de la Triple Alianza, lo que la colocarían temporalmente hacia el Posclásico Tardío (1450-1521 d.C.).
La arqueóloga señaló que la pieza estaba dentro de un sitio arqueológico hasta ahora desconocido pero extenso: “En ese sitio no se han reconocido estructuras monumentales cercanas, sino más bien estructuras bajas, probablemente habitacionales, por lo que una probabilidad es que la talla, que se encontraba boca abajo, causó que pareciese una piedra a los ojos de los pobladores, y fuera movida de su lugar original y llevada hasta allí, incluso, desde tiempos prehispánicos.
“El estilo de la joven de Amajac es similar a representaciones de diosas huastecas de la tierra y la fertilidad, pero con una influencia externa, posiblemente nahua, como se aprecia en el hueco de los ojos para incrustaciones, rasgo que no pertenece a la escultura huasteca clásica sino más bien a la mexica. Además, el paño que presentan las mujeres huastecas frente a la falda es siempre liso, y en ésta existe un adorno de nudos y listones”. Maldonado Vite detalló que aún faltan análisis sobre la pieza y por el momento, permanece bajo resguardo de los propietarios del terreno citrícola en el cual fue descubierta. Se dialogará entre el INAH y las partes interesadas para definir su emplazamiento futuro.