Ciudad Mendoza | 2022-10-06
Con una misa de cuerpo presente celebrada en la Iglesia Santa Rosa de Lima del municipio de Camerino Z. Mendoza, autoridades de Puebla, familiares y amigos dieron el último adiós y acompañaron hasta su última morada a la activista Blanca Esmeralda Gallardo, luego de que fue asesinada el martes en la colonia Villa Frontera en Puebla cuando buscaba a su hija Betzabé, quien fue secuestrada el 13 de enero de 2021 supuestamente por una banda dedicada a trata de personas.
En punto de las 13:26 horas arribó una camioneta propiedad de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas Puebla a la parroquia ubicada en la avenida Hidalgo de la colonia Centro de Mendoza, con los restos mortales de Blanca Esmeralda Gallardo.
El ataúd color madera, con la imagen de la Virgen de Guadalupe fue descendido, ingresado y colocado en la parte baja del altar mayor e inmediatamente dio inicio la eucaristía.
El sacerdote que ofició la misa dijo en su homilía; "seguramente nuestra hermana Blanca Esmeralda creyó en Jesús por medio del bautismo, por eso nuestra hermana está con Dios. Dice la sagrada escritura 'yo soy la resurrección y la vida, el que crea en mí aunque muera vivirá para siempre', así que nuestra hermana ya está con Jesús".
"Ciertamente sentimos el dolor porque somos seres humanos, porque tenemos corazón y decimos ya nunca la volveremos a ver, En esta tarde le vamos a pedir a Dios por el descanso de Blanca, para que ya la tenga disfrutando de su presencia".
Una vez que concluyó la eucaristía, el ataúd fue ingresado a la misma unidad y partió por la avenida principal al Cementerio Municipal de Ciudad Mendoza, en donde recibió sagrada sepultura por la eternidad.
Blanca Esmeralda Gallardo, de 45 años de edad, originaria del Municipio de Camerino Z. Mendoza y con domicilio en la colonia Villa Frontera en Puebla se convirtió en una madre buscadora, luego de que su hija Betzabé desapareció junto con su amiga Fabiola el 13 de enero del 2021 tras acudir a una sucursal bancaria.
Según los datos recabados, ambas jovencitas de 24 y 22 años respectivamente fueron privadas de su libertad cerca de la Central de Abastos.
Desde entonces Blanca Esmeralda Gallardo inició la búsqueda de su hija por los diferentes centros nocturnos de Puebla y Tlaxcala, ya que nunca descartó que hubiera sido víctima de trata de personas, explotadas en aquellos estados.
Debido a la búsqueda exhaustiva que llevaba a cabo en Tenancingo, Tlaxcala, uno de los principales puntos de tráfico de mujeres en el país, recibió la primera amenaza de muerte, advirtiéndole que dejara de buscar. A pesar de que lo reportó a las autoridades de Puebla nada hicieron, pues nunca le brindaron seguridad.
En punto de las cinco de la mañana dl martes 4 de octubre su búsqueda concluyó luego de que al menos cinco sicarios le dispararan hasta quitarle la vida cuando esperaba un autobús a un costado de la autopista México- Puebla, justo sobre la Cerrada 9A Norte de la colonia Villa Frontera, donde vivía y en donde fue levantada su hija.
Cabe recordar que Blanca Gallardo se había quedado viuda pocos meses antes de la desaparición de su hija Betzabé, pues su esposo falleció a causa del covid en 2020.
Es de mencionar que la activista se sumó al "Colectivo Voz de los Desaparecidos Puebla" y las integrantes del mismo no descartan que el asesinato se haya cometido después de que señaló a un narcomenudista de ser el posible responsable de la desaparición de Betzabé.
Incluso exigieron al gobierno de Puebla que se agilicen las investigaciones y se dé con el paradero del o los presuntos responsables de este feminicidio, ya que de acuerdo a la estadística nacional Blanca Gallardo se convierte en la cuarta madre buscadora que es asesinada en México en lo que va del 2022.
La primera fue Rosario Rodríguez, en Sinaloa; le siguieron Brenda Jazmín Beltrán en Sonora y Ana Luisa Garduño, en Morelos.
Todas anhelaban volver a ver a sus hijas e hijos. Ninguna lo logró.