| 2024-06-29
En medio de un operativo de seguridad que aplicó la policía de Nogales para evitar enfrentamientos, el ex administrador del Manantial de Piedra Gacha, Alejandro Alvarado, desalojó las oficinas la noche del viernes.
Como se recordará, el pasado domingo 23 de junio se llevó a cabo en el palacio municipal una asamblea para elegir a la nueva junta de administración del manantial, a la que se dieron cita usuarios de ese sistema.
Ahí, resultó como ganador el señor Gildardo Peña Gómez, con 290 votos a su favor, en contra de uno en favor del ahora ex administrador, y de uno del señor Juan Santiago, proceso en el que hubo siete voto nulos.
Tras la salida de esa persona, quien sacó varias bolsas con lo que comentó eran sus pertenencias, tomó posesión el nuevo encargado.
Cabe mencionar que el ahora ex administrador llevaba en ese puesto 14 años, tiempo en el que había recibido apoyo de las autoridades municipales en turno, pero nunca daba cuentas de los mismos.
Incluso, el actual alcalde Ernesto Navarro mencionó recientemente que el señor Alejandro Alvarado había recibido recursos materiales y económicos, por lo que se haría una auditoría y de no aclararse el uso de esos apoyos se entablaría una denuncia formal por desvío de recursos.
De acuerdo con usuarios, el ayuntamiento de Nogales es el concesionario para el uso del manantial, pero el servicio quedó a cargo de una administración, la cual cobraba 500 pesos de anualidad; sin embargo, quienes se llegaban a atrasar con ese pago eran amenazados por el ex administrador, lo mismo que quienes acudían a quejarse.
Aunado a ese cobro, desde hace 5 años esa persona comenzó a exigir 250 pesos más para la supuesta compra de material para bardear el manantial, obra que nunca se realizó ya que de acuerdo con el ayuntamiento los manantiales no se pueden bardear porque son propiedad federal.
Otro cobro irregular que hacía el ex administrador era por supuestas reconexiones cuando se llevaba a cabo una pavimentación en las calles, por lo cual pedía 4 mil pesos a cada usuario, cuando el ayuntamiento hacía esas obras sin costo para los beneficiarios, en tanto que por cambio de nombre solicitaba de 5 a 13 mil pesos.
De todos esos cobros el ex administrador no entregaba cuentas a los ciudadanos.
Debido a que ya había mucha inconformidad en contra de esa persona, para evitar un enfrentamiento la policía municipal acudió la noche del sábado para vigilar la salida de Alejandro Alvarado, la cual se dió en medio de gritos de !sí se pudo!, !sí se pudo!