Veracruz | 2020-03-22 | Jesús Ruiz
Debido al abandono del campo y a la industria minimizada, la economía veracruzana no resistiría un latente cierre de fronteras y sustitución de importaciones, a modo de medida contra el coronavirus.
El académico del Instituto de Investigaciones de Estudios Superiores, Económicos y Sociales (IIESES), Rafael Vela Martínez, explicó que las zonas rurales de Veracruz experimentaron un creciente desplazamiento de mano de obra a las manchas urbanas.
El investigador agregó que el agro veracruzano padeció un paulatino abandono y por lo anterior, las actividades primarias experimentan una situación catastrófica, por ello es necesario un plan para evitar una contingencia mayor.
"Al cerrarse las fronteras nacionales y regionales a Veracruz puede impactar de manera drástica en la carestía de los alimentos y falta de los alimentos, por la demanda doméstica de las familias" anticipó Vela Martínez.
Puso de ejemplo que, en un lapso de 28 años, de 1990 a 2018, el sector agropecuario redujo su aportación al Producto Interno Bruto de la entidad de un 8 a un 4 por ciento.
Citó que, si bien en 1990 el 40 por ciento de la población económicamente activa se dedicaba al campo, hoy solo realizan dicha actividad un 20 por ciento.
"La mitad de esa gente ha salido del campo y la población económicamente activa de las ciudades se incrementó un 20 por ciento, pero es población que está trabajando en el empleo informal, como comerciantes, que vemos al pie de las calles y las avenidas" refirió.
En cuanto a la industria, esta actividad se limita a unidades económicas con entre 3 a cinco empleados, y en el tema comercial, la actividad igual disminuirá con las medidas de la "sana distancia".