Orizaba | 2024-05-26
"A pesar de los intensos calores que se resienten en la región, hay empresas grandes que no se preocupan por sus clientes ni mucho menos por su personal, y no tienen un sistema de ventilación, por lo que ir en esos lugares es como estar en un horno".
Así lo señaló una ciudadana, la señora Patricia Martínez, quien mencionó que lamentablemente hay propietarios de franquicias o grandes con establecimientos a los que entrar es un verdadero suplicio por las altas temperaturas que hay en su interior, más incluso que en la calle..
"De verdad que no sabe uno si son tacaños y lo que quieren es ahorrar en la electricidad, pero entrar a algunas tiendas de la zona es horrible por el calor que se siente dentro, y al menos uno va por minutos, pero la pobre gente que trabaja ahí debe estar sufriendo y hasta le puede dar un golpe de calor", consideró la ciudadana.
Comentó que la semana anterior acudió a una conocida tienda de venta de telas ubicada en Madero y Oriente 2, en la cual subió al segundo piso a escoger un plástico.
Mencionó que a pesar de que había poca gente, ya que sólo estaba una persona antes que ella y fueron escasos 20 minutos los que tardó en ser atendida, pagar y salir, cuando lo hizo estaba literalmente escurriendo en sudor.
"Entre el personal había jóvenes y personas grandes, la verdad es que si para mí fue muy agotador estar ahí ese tiempo, que fueron escasos 20 minutos, no me quiero imaginar esa pobre gente que está ahí todo el día y que además tienen que llevar un chaleco encima, es inhumano", expresó.
Indicó que seguramente el propietario ni siquiera se aparece por ahí a ver en qué condiciones labora el personal pero debe haber un gerente o encargado que seguramente sí se da cuenta de las condiciones en que están y obviamente no les interesa.
No obstante mencionó que como ama de casa no es el único lugar al que acude y en donde se ha percatado que hay una situación similar, como una tienda de autoservicio que se ubica sobre la Norte 2, entre orientes 9 y 11.
Señaló que acudió ahí este fin de semana a adquirir unos 10 artículos y afortunadamente ese día no había mucha gente para pagar, pero el calor era insoportable e incluso comentó con uno de los empleados si no tenían al menos un ventilador, a lo que le respondió que no, lo cual era obvio porque se sentía más calor adentro que afuera y eso ya era mucho decir.
Consideró que alguna autoridad debería regular esto, pues pareciera que estamos en el siglo pasado en donde la gente trabajaba por su jornal sin importar las condiciones y hoy pareciera que estamos igual.