Carlos Fernández Torres lleva 2 años esperando restos de su hermana, en Misantla

Señala que no ha recibido información sobre el proceso de entrega de los restos

Misantla | 2024-07-08

Carlos Fernández Torres, conocido en esta ciudad por ser vocero de periódicos locales y estatales, vive una angustiosa y prolongada espera por el regreso de los restos de su hermana, Miguelina Fernández Torres, han pasado dos años desde que recibió la devastadora noticia del hallazgo del cadáver, sin que hasta el momento haya recibido información concreta sobre los estudios de identificación ni avances en el proceso de entrega.

Carlos, recuerda con amargura el día en que Claudio Borjas, un conocido de la familia, le avisó del hallazgo, "Claudio me avisó en la tarde que la habían encontrado, cerca del rio en la colonia 20 de octubre, fueron varios elementos de la Policía Ministerial y Municipal quienes estuvieron presentes", relata, el doloroso reconocimiento del cadáver de su hermana se dio por las prendas que llevaba: un short y una playera blanca. Miguelina, de 55 años, fue encontrada sin vida, y desde entonces, la burocracia y la falta de recursos han impedido a Carlos cerrar este capítulo doloroso de su vida.

A pesar de la promesa de las autoridades de notificarle sobre los avances, Carlos ha permanecido en un limbo de incertidumbre, "me dijeron que ellos me iban a avisar, pero no, no me han dicho nada, necesito el dinero para el pasaje de ida y vuelta, pero pues no hay", comenta con evidente frustración, la situación económica de Carlos le ha impedido trasladarse a donde se encuentran los restos para hacer los trámites necesarios.

Además de la espera, Carlos enfrenta la falta de apoyo institucional, "solo pido que me ayuden con la traída del cuerpo y los gastos relacionados, como la caja y los servicios funerarios", solicita con una mezcla de desesperación y esperanza, su llamado no solo va dirigido a Cuitláhuac García Jiménez, gobernador actual, sino también a la gobernadora electa, Rocío Nahle García, para que tomen cartas en el asunto y le brinden el apoyo necesario.

La comunidad, que conoce a Carlos por su labor como pregonero y su dedicación a la venta de hierbas medicinales, ha mostrado su solidaridad, pero los recursos y el alcance de esta ayuda son limitados, "el rescate es posible gracias al incondicional respaldo de nuestra comunidad, que nunca nos ha abandonado", enfatiza Carlos, destacando el valor del apoyo colectivo en situaciones de necesidad.

El caso de Carlos y Miguelina no es aislado; refleja una problemática más amplia en la que muchas familias se ven atrapadas en una red de trámites burocráticos y falta de recursos, esperando justicia y apoyo en momentos de pérdida y desesperación, la espera prolongada y la falta de información sobre los estudios de identificación agravan el dolor de las familias, que buscan cerrar un ciclo y rendir homenaje a sus seres queridos.

Carlos, conocido también por su lucha y perseverancia, no pierde la esperanza de que las autoridades finalmente respondan a su llamado, "solo quiero poder darle a mi hermana el descanso que merece", afirma con determinación, su historia es un recordatorio de la importancia de la empatía y el apoyo institucional en momentos de tragedia, y una llamada a la acción para que casos como el suyo reciban la atención y el apoyo que necesitan.

Mientras tanto, Carlos sigue adelante con su vida, sostenido por la esperanza de que pronto podrá despedirse de su hermana como es debido, la lucha continúa, y con ella, la espera de que la justicia y la humanidad prevalezcan en su dolorosa travesía.

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