Ansiedad y depresión, secuelas del confinamiento en menores

Orizaba | 2021-03-03 | Guillermo Carreón

La psicóloga Martha Avelaira admitió que el encierro por cerca de un año está generando trastornos diversos en niños y adolescentes que hoy toman clases a distancia, los cuales van desde la depresión, ansiedad y hasta el suicidio, por lo que es necesario que tomando las medidas sanitarias salgan con sus padres a la calle para ir "retomando lo que la pandemia les arrebató".

El miedo al virus que generó el encierro, que ha traído consigo además que el infante esté perdiendo músculo, inteligencia emocional y social; en términos generales están impidiéndole mucho desarrollo.

"Para ellos (niños) es un duelo y no lo pensamos así, el perder sus amigos, su escuela, los paseos, sus clases, ir al parque, es un duelo y el niño necesita moverse mucho más que un adulto, entonces ahorita los estamos afectando bastante en su sistema nervioso, su autoestima, su alimentación, en todo".

Subrayó que en el caso de los adolescentes, quienes buscan la aceptación de sus amigos, también les genera una problemática al presentarse varios trastornos como depresión, de sueño, de alimentación, anorexia, bulimia, pica, cutting o agresiones, además de conflictos familiares muy fuertes y que en gran parte han tenido por el incremento de divorcios.

La especialista resaltó que hoy el internet y las redes sociales se han convertido en la ventana para socializar con el mundo entre los adolescentes, lo que también ha traído consigo que la necesidad de fotografías sexistas también vayan en aumento.

"Claro que se ha incrementado, si antes el niño y el adolescente yendo a la escuela teniendo contacto con gente real, más ahorita que están más absorbidos e hipnotizados porque no hay otra salida, es como su única ventana al mundo. Si antes ese era su ventana en la tarde, ahora son las 24 horas".

Aunque en estos momentos las condiciones que prevalecen a causa del COVID-19 impiden que las clases sean retomadas de manera presencial, la profesionista consideró prudente que se puedan comenzar pruebas piloto en escuelas, que permitan que guardando las medidas sanitarias puedan realizar por lo menos una asesoría presencial a la semana.

"Pienso que podría por ejemplo en una primaria, en una secundaria, citar cinco o 10 niños con todas las precauciones, ya no digamos clases normales sino cuando menos una asesoría semanal, un contacto personal con su maestra, con cinco o seis compañeritos, pienso que sería bastante benéfico, de algo a nada con todas las precauciones pienso que se podrían empezar a hacer pequeñas pruebas con seguimiento médico, psicológico y pedagógico como una prueba piloto y ya de ahí extenderla a más".

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