Orizaba | 2022-07-03
El incremento de los precios de la canasta básica obligará a muchas familias a medir su consumo de alimentos o incluso cambiar por otros más económicos aunque sólo sea por cubrir la necesidad de ingesta de comida, sin que necesariamente sea lo mejor, lo que repercutirá eventualmente en su salud, reconoció el secretario general de la CROM, Alfredo Hernández Ávila.
Indicó que quizás ya no les alcance para comprar fruta o leche, entonces consumirán algo barato que no reúna las necesidades nutricionales, quizá hasta de mala calidad.
“Ese aumento de 22 por ciento al salario se convirtió en nada ante el porcentaje de la inflación que hoy estamos viendo en el país, por lo que hay algo de desilusión entre los trabajadores”, mencionó.
Hernández Ávila consideró que si se hace un estudio de cuánto han aumentado los productos de la canasta básica se verá que el incremento al salario quedó pulverizado.
Comentó que cuando inició el año, luego de dos de pandemia, había muchas expectativas, pero se dio el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, el cierre de puertos de China por la quinta oleada de COVID-19, y eso provocó las afectaciones que hoy se tienen, y cuando las esperanzas eran grandes, la desilusión también lo es.
“Obviamente, con lo que tienen de dinero, los trabajadores van a comprar productos de mala calidad, que les va a pegar y mermar la salud y que a lo mejor se enfermen”, reconoció.
El dirigente cromista reconoció que es difícil que los trabajadores y sus familias se alimenten bien cuando lo más esencial elevó su precio 10 o más pesos.