Orizaba | 2024-02-21
Debido a la exposición por varias horas a temperaturas extremas, de los nueve montañistas que lograron descender con vida del Pico de Orizaba la mayoría presentó quemaduras por congelamiento en extremidades.
Una de ellas fue trasladada de urgencia e intervenida quirúrgicamente en un hospital de Jalisco al presentar necrosis en ambas manos.
Como se recordará, el domingo 18 de febrero un grupo de 12 alpinistas originarios de Guadalajara, Jalisco, ascendieron el Citlaltépetl; horas después, se perdieron debido a las condiciones climáticas adversas.
Nueve lograron descender por su propio pie hasta el refugio más cercano; dos han perdido la vida y uno más sigue reportado como desaparecido.
La sobreviviente, Andrea Ivonne H. M. de 41 años fue apoyada para lograr bajar de la montaña y trasladada hasta Jalisco; posteriormente, fue ingresada a un hospital de Puebla y después al Hospital IMSS Especialidades de Jalisco, donde fue sometida a una intervención urgente.
La mujer no podía mover las manos por la necrosis o muerte de células y tejido por lesiones generadas por el congelamiento.
Incluso la deportista corría el riesgo de sufrir la amputación de los dedos por las quemaduras de tercer grado que presentó, tras quedarse atrapada en el hielo de la cima del Pico de Orizaba.
"Espero que no tengan que llegar hasta ese extremo de amputarle alguna de sus partes, aunque la verdad por el daño que tiene en sus manos lo veo complicado. Sus dedos están engarrotados, súper quemados, de color negro con morado", externo un familiar de Andrea de nombre Juan José.
De acuerdo con lo dicho por los alpinistas, no era la primera vez que ascendían el Pico de Orizaba, pues ya lo habían realizado en al menos tres ocasiones más pero esta vez se perdieron una vez que "hicieron cima", a causa de las condiciones climatológicas.
Hay quienes dicen que no acataron el alertamiento que se dio sobre mal clima en la alta montaña.
Cabe señalar que los integrantes del grupo "Barracracks", que se dedican a hacer alpinismo y senderismo, buscaban hacer reconocimientos en la zona y trazar nuevas rutas para su mejor desempeño de montaña.
Lo que sería una expedición deportiva se convirtió en una pesadilla para los 12 alpinistas originarios de Jalisco, ya que dos de ellos murieron y uno más no ha sido localizado.