| 2023-03-03
El actor Pablo Lyle fue recluido en el South Florida Reception Center, donde estará hasta que se resuelva la apelación de su defensa, luego de ser sentenciado a 5 años de prisión más 8 de libertad condicional por el delito de homicidio involuntario.
Mientras tanto éste deberá seguir una serie de normas y reglas, las cuales fueron dadas a conocer este miércoles en el programa de televisión Ventaneando.
El actor deberá portar en todo momento una identificación con fotografía que le fue entregada a su ingreso, ya que ésta es considerada parte de su uniforme. Dicha tarjeta da acceso a otros servicios dentro de la cárcel como el derecho al comedor y su cuenta bancaria electrónica de preso.
Sin embargo, existen áreas no autorizadas a las que no puede ingresar a menos que esté supervisado o podría ser interpretado como un intento de fuga, lo que generaría sanciones.
Además, en caso de que "un helicóptero intente aterrizar en la institución o en sus cercanías", Lyle "deberá alejarse de la aeronave. Moverse hacia el helicóptero será considerado un intento de fuga".
Siempre que se esté fuera de la unidad de alojamiento se deberá portar el uniforme, que consta de camisa y pantalón azules, ropa interior, medias y zapatos entregados por el estado.
El primer día que Lyle durmió en la cárcel se le asignó una cama, por lo que es responsable de la limpieza del área personal (cama, caja de pertenencias y el piso alrededor) y mantener el orden.
Esto incluye a los artículos de contrabando, pues ante cualquier descubrimiento debe reportarlo a los guardias correspondientes.
Lyle cuenta con una lista de números de sus contactos a los que podrá llamar, aunque se especifica que la comunicación podrá ser grabada y/o monitoreada electrónicamente.
"Estas llamadas serán pagas por la persona que usted llama. Podrá llamar solo a las personas en la lista aprobada. Periódicamente podrá agregar o eliminar números de esta lista". La posesión de un teléfono celular no está autorizada.
Las autoridades elegirán, basados en las necesidades institucionales, los antecedentes laborales del recluso y su nivel de habilidad, el trabajo que se le será asignado.
Lyle deberá cumplirlo sin ninguna otra opción.
El Manual apunta que las visitas son un privilegio y no un derecho, pero se podrán recibir generalmente los sábados, domingos y algunos días festivos. Además, enlista algunos derechos:
Entre las prohibiciones se destacan drogas, asaltos, agresiones, acoso sexual o sexo consensuado, así como pertenecer a los grupos de amenazas internos, lo cual podría derivar en un riesgo.