Monterrey | 2023-05-20
Algo es seguro en la Liga MX: pocas veces el mejor equipo del torneo llega a la final. Y hoy volvió a suceder, en un clásico regio deslucido y que en sus dos ediciones en esta semifinal dejó más bostezos que emociones.
Y a pesar de que Tigres y Rayados buscaron, muy a su propio estilo, dominar en el terreno de juego, queda claro que ambas escuadras estuvieron muy por debajo de lo esperado para esta etapa del torneo.
En un juego de vuelta, en el que el primer tiempo se destacó más el golpe que sufrió Rogelio Funes Mori con Jesús Angulo y que provocó que el mellizo tuviera que cambiar hasta tres veces de playera por un sangrado, quien sacó la mejor parte fueron los felinos de la U.
Con más convicción que futbol, los dirigidos por Siboldi fueron al frente y empujaron a unos Rayados que, al estilo Vucetich, trataron de especular con el uno a uno global que les daba el pase a una nueva final. Y parece ser que esta no fue la mejor idea.
El primer tiempo no tuvo muchas emociones. Rayados trató de apretar por momentos, pero no pudo descifrar el cerrojo felino. Y sin mayores emociones, los 22 jugadores se fueron al descanso.
Parecía que el segundo tiempo tendría la misma tónica, y durante gran parte así fue, hasta que al 74 Héctor Moreno empujó un balón que quedó picando en el área chica tras un tiro de esquina, aunque la jugada fue invalidada por fuera de lugar.
Poco después, al 78, el colombiano Luis Quiñones que no tenía mucho en el campo recibió un pase por la banda derecha, desde donde metió un centro preciso para que Sebastián Córdova quedara solo entre dos defensores rayados, venciendo con la cabeza al arquero Andrada.
Monterrey pagó caro el estilo a veces poco vistoso del ´rey Midas´, quien ya no tuvo más opción que llenar de delanteros el área rival en espera de un gol milagroso que los colocara de lleno en la final. Algo que no ocurrió.
El gigante de acero quedó en silencio. A excepción de algunos espacios en las gradas pintados de naranja, de a poco se fueron vaciando las butacas mientras en la cancha Gignac y compañía celebraban una serie que al final terminó dos goles a uno.
Después de un torneo de pesadilla, de tres técnicos diferentes y de entrar a la liguilla mediante la reclasificación, los felinos del norte ahora esperan al ganador de la llave entre América y Chivas.
Monterrey, el superlíder del torneo, tendrá que reflexionar nuevamente cómo es que el estilo a veces en extremo defensivo de Vucetich les jugó de nuevo una mala pasada.