Veracruz | 2021-11-22 | Alfredo Tress Jiménez
La reducción que aprobaron las diputadas y diputados del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y sus aliados del Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en pasados días en el presupuesto de egresos de la federación al Instituto Nacional Electoral (INE) y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es un hecho histórico, me permitiré expresar mi punto de vista.
En esta oportunidad me quisiera referir solamente a la reducción al INE, se escucha una cifra inmensa sobre todo para la gran mayoría de una población donde sus ingresos son muy bajos, pero es importante significar esto, el presupuesto presentado por el INE para celebrar la revocación del mandato el año entrante fue de $3´800,000,000 (tres mil ochocientos millones de pesos).
Las diputadas y diputados mayoritariamente no tan solo no le autorizaron esas cantidades para realizar dicho mandato Constitucional, sino que le redujeron
1,200,000,000 (mil doscientos millones de pesos) más, ojo el año entrante se renovarán 6 gubernaturas.
Considero que lo solicitados por el INE para el ejercicio fiscal 2022, no es una cantidad solo para ser utilizados por el INE, de esos recursos se deben considerar los que son aplicados y ejercidos por los partidos políticos, los 3 fideicomisos y la credencialización para votar con fotografía que año con año se credencializan, mayoritariamente, a millones de jóvenes de todo el país, por mencionar solo los tres rubros, que a mi juicio son los más importantes, ya que el sueldo, entre otras cosas, que perciben los consejeros electorales solo representan +/- el 0.1% de total del presupuesto solicitado.
No pretendo estar a favor del presupuesto presentado por el INE; lo cierto es que, sin ninguna valoración a las cerca de las 2,000 reservas presentadas por los partidos de oposición, las y los diputados, a rajatabla, autorizaron la reducción de los cerca de 5´000,000,000 (cinco mil millones de pesos), entre los que se destacan los $3´800,000,000 (tres mil ochocientos millones de pesos) solicitados para celebrar la revocación del mandato en el 2022, de no reunirse los requisitos solicitados Constitucionalmente y no celebrarse la revocación de mandato, los recursos serán retenidos y redistribuidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Las cantidades que se mencionan son tan grandes, que lo más probable es que la ciudadanía en general no lo comprenda, por lo tanto, me permitiré poner un ejemplo casero: “Imaginémonos que tendremos un invitado a comer a nuestra casa, planteando a la cocinera lo que queremos ofrecer a nuestro invitado, una vez cotizada lo solicitada, la cocinera indica los recursos económicos que requerirá para elaborar dicha comida; sin embargo, la respuesta del esposo es; a ver cómo le haces pero recursos económicos que requieres no los tendrás”.
Con esa respuesta lo más seguro es que la comida no se elabore y la cita del invitado se cancele y el problema que se generará posteriormente será de pronósticos reservados. Con ese ejemplo se pudiera tener un paralelismo entre los recursos solicitados para celebrar la revocación de mandato y la elaboración de la comida.
La austeridad republicana, que hoy en día se ha convertido en austeridad franciscana, claro que la austeridad, sobre todo republicana, y la corrupción se deben llevar a cabo y combatir, pero se deben tener siempre evaluaciones y prioridades. Si se cumplen los requisitos, constitucionales, para celebrarse la revocación de mandato y esta no se lleva a cabo justificando el INE la falta de recursos, se agraviará la incipiente democracia participativa en nuestro país.
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