Veracruz | 2020-10-18 | Raúl López Gómez
En el Sistema Estatal Anticorrupción de Veracruz, se están haciendo bien las cosas, acordes a los nuevos tiempos de la administración pública en la Cuarta Transformación.
Algunos conflictos internos en la institución, se dan a causa del personal que se resiste a trabajar con honestidad y dejar las malas prácticas del pasado.
Algunos se quedaron mal acostumbrados, ya que han pretendido lucrar con negocios a cargo del presupuesto en la dependencia y no se les ha permitido, otros a tratar de cometer daño patrimonial, y por obvias razones se han detectado y evitado a tiempo, por lo que las medidas correctivas aplicadas acorde a la ley, son la molestia de quienes de inmediato van hacia el desprestigio mediático infundado.
Los despidos de dos trabajadores han sido justificados, ya que se han realizado, ante la pérdida de confianza, además de incurrir en faltas graves, y por lo mismo se les ha tenido que relevar en sus funciones.
Los argumentos de ahora, son sólidos porque en el SEA se está cumpliendo a cabalidad con la ley en su delicada misión de que prevalezca la transparencia en la administración pública estatal. Y se inicia primero por la casa, aunque se enojen injustificadamente.
En el organismo, se han tratado los asuntos graves cometidos por los trabajadores en la sesión del órgano de gobierno del Sistema Estatal Anticorrupción, por lo que no son medidas unilaterales, sino se trata de que el personal despedido de la dependencia, además de la pérdida de confianza, han pretendido cometer daño patrimonial y los casos son determinantes.
La administración pública, se fortalece y se transforma, se trata de que la política pública en varios ejes y principios, el secretariado ejecutivo que encabeza
el maestro Carlos Quiroz Sánchez, cumple con una misión importante que es la de que dé cumplimiento a la función de la dependencia, pero además se realicen con la transparencia que la misma dependencia lo requiere.
El maestro Quiroz, es un académico de carrera y ampliamente reconocido en el medio universitario, por lo que su trayectoria de ética y honestidad está a prueba de las clásicas campañas mediáticas, que se hacen como salida de quienes pretenden esconder su responsabilidad provocando desprestigio y calumnias de forma infundada, pero esto es el pan de cada día en los diversos ámbitos del gobierno.
Con el titular del secretariado técnico de la institución, se ha combatido el tema de la ausencia de moral pública, y por lo mismo con su impecable y oportuna actuación, se afectan a intereses de grupo, que luego se atrincheran en las clásicas campañas mediáticas de desprestigio, pero que son parte del mismo problema que se evidencia, cuando se hace hasta lo imposible por quienes han cometido faltas graves a la institución y buscan la revancha en contra de los responsables de la operación de un organismo que se esmera en cumplir con metas y objetivos en la materia.
Las acciones son ajenas a asuntos personales, aunque desde el personal que se ha detectado cometiendo faltas, después de que les detecta y se llevan ante el órgano de gobierno, para su revisión, análisis y determinación, se han dado los despidos que no son atribuidos a la decisión de una sola persona.
Dentro de la administración pública se debe entender que las oficinas, no son cotos de poder de nadie y que deben responder a las disposiciones fundamentales para su correcta operación en el cumplimiento para lo cual fueron creadas.
Las reacciones de quienes creen que son problemáticas a modo de asuntos personales, pretenden rehuir a su responsabilidad por las faltas cometidas.
Establece que ante la ley, la pérdida de confianza es parte de las faltas para el despido, junto con quienes han tratado de cometer daño patrimonial y se les ha detectado a tiempo en diversas formas de las causas que los han obligado a presentar sus faltas ante el órgano de gobierno del SEA. Así las cosas.