Veracruz | 2020-09-13 | César Ramírez
El tenis es tan apasionante como impredecible. Lo anterior por lo ocurrido a Novak Djokovic, que sin pretenderlo y cuando parecía que el camino se le allanaba para ganar el Abierto de Estados Unidos, se tiene que ir digamos de la manera más inesperada.
El tenista serbio que llegaba como número 1 del ranking mundial de la ATP golpeó sin querer con un pelotazo a una juez de línea en un momento de frustración, lo que fue sancionado con su expulsión siguiendo el manual del reglamento.
Más tarde el tenista se disculpó, pero el daño ya estaba hecho, además de que el asunto por reglamento internacional se sigue de oficio como dijeran en el ámbito penal.
No obstante, desde mi punto de vista el asunto se hizo más grande por la reacción de la juez que creo sí fue exagerada.
Ahora, también es cierto que si la semana anterior se jugó en ese mismo escenario un Torneo Master, donde no hubo jueces de línea porque todos los señalamientos se hicieron de manera virtual, lo ideal era seguir bajo este mismo concepto.
Urge la tecnología
En el anterior torneo no hubo exposición al virus porque hubo acceso limitado de personas, ya que solo pudieron acceder los que necesariamente tenían que estar para montar la logística.
Pero además del acceso limitado a los escenarios deportivos, otro de los puntos positivos implementados fue el tecnológico, pues el error humano quedó de lado en el torneo previo al Abierto de Estados Unidos.
Y en este sentido pensé que la Nueva Era del tenis mundial ya estaba listo para utilizarse con jueces virtuales, pero no, los organizadores decidieron irse por lo tradicional, es decir con los presenciales, posiblemente para abatir costos entendiendo que éstos son voluntarios.
Lo único que les dan a estos jueces son alimentos dentro de las instalaciones, así que si los aparatos utilizados para hacer este trabajo de jueceo implicaron un gasto, pues se lo quisieron ahorrar, aunque tampoco creo porque es un evento tiene los recursos económicos. Utilizar a los jueces presenciales fue más por un asunto de tradición.
Destacar que los únicos que sí cobran son los jueces de silla, los supervisores y los fisioterapeutas.
Al final estas decisiones tuvieron consecuencias, una juez golpeada, el mejor tenista del torneo se va prematuramente y puede decirse que la gran expectativa vino a menos con la ausencia de Djokovic.
Por cierto, algo que tampoco es justificable es que tras el incidente la juez Laura Clark recibió toda clase de críticas y hasta amenazas, por lo que tuvo que verse obligada a cerrar su cuenta de Instagram. Ver para creer.
Nueva generación
Mucho se habla mucho de una nueva generación del tenis mundial, en donde destacan el croata Coric, la gran clase del ruso Rubliov y el argentino Londero.
Aunque para esta final del US OPEN, que será sin duda alguna inédita, mis favoritos son el español Carreño y Dominc Thiem, cuyo ganador sería el austriaco.
Amigos, hasta la próxima.