Xalapa | 2023-11-27
Se pierden los periodistas locales que escriben sobre política al considerar a las personas que conocen y que participan en este quehacer político por ser de la zona y se olvidan que las grandes decisiones no se toman en provincia, sino en la Ciudad de México, donde se concentran los tres poderes de la nación y se encuentran las sedes nacionales de los comités de los partidos políticos. A nivel local ni los toman en cuenta, ya se trate del gobierno estatal o delegados federales.
El mejor ejemplo se registró en la candidatura de la jefatura de la Ciudad de México, se pueden hacer todo tipo de especulaciones y hasta ganar las encuestas realizadas pero la decisión se concentra en Palacio Nacional y el inquilino decide quién es el o la funcionaria que más conviene para beneficio de las mayorías.
Es lo mismo que va a ocurrir en Veracruz como en otros estados. López Obrador necesita contar con la mayoría calificada en las dos cámaras federales legislativas y para ello requiere al personal más idóneo y con mayor capacidad. Él ya sabe quiénes son los y las políticas que más convienen en el Poder Legislativo y los elegidos lo saben, los cuentos de los columnistas locales que barajan nombres de grillos regionales no tienen la menor idea cómo se maneja la verdadera política en la única cúpula que existe en México.
Nunca hemos tenido a un presidente de la República con el pleno reconocimiento del pueblo cuando está por terminar su mandato. Ese apoyo nacional lo concentra solo en su persona y es considerado a nivel mundial como el segundo más favorecido por las encuestas realizadas por un organismo internacional.
El que los presidentes de China, Xi Ping y de los Estados Unidos, Joe Biden, que son las dos potencias económicas más importantes y con mayor poderío bélico del planeta se hayan reunido con él mexicano en privado, es la mayor distinción que haya logrado un mandatario en todos los tiempos.
Cuando los opositores afirmaban que por su carácter independiente y que no era sumiso se iba a pelear con los jefes de estado y de manera especial con el vecino del norte, y tanto Donald Trump como Joe Biden, lo aceptaron como es, al grado que este último lo considera como el mejor aliado que ha tenido Estados Unidos.
AMLO ya pasó a la historia como el mejor presidente de nuestro país.
Por razones de fuerza mayor esta columna dejará de aparecer en el curso de esta semana atendiendo una invitación muy particular de índole presidencial nos obliga a mi esposa y a este columnista acompañarlo en una de las inauguraciones de la obra más crucial y trascendente de este gobierno federal.
Espero que el señor director me permita integrarme nuevamente a mi consentido rincón de la redacción de este medio impreso, que me ha permitido sobrevivir durante las últimas décadas dentro de este oficio informativo que considero al igual que todos los colegas el más bello del mundo, por ser todos los días diferente, donde no se permiten las rutinas y mucho menos la mediocridad.
Seguir siendo un simple reportero lo considero como el mejor final de mi existencia.