Primero lo primero

Veracruz | 2020-07-04 | Francisco J. Ávila Camberos

Vivimos en una época de grandes avances tecnológicos que benefician a la humanidad.

En lo que desafortunadamente no hemos logrado mejorar gran cosa es en promover la concordia, el entendimiento y la solidaridad humana.

Seguimos divididos y enfrentados. Esa desunión poco contribuye a solucionar nuestros retos, problemas y debilidades.

Fomenta ese divisionismo el surgimiento de líderes políticos que separan a las personas entre buenas y malas.

De manera convenenciera consideran que buenos son quienes los respaldan con los ojos cerrados y malos los que razonan de forma diferente a como piensan quienes nos gobiernan y

por lo tanto manifiestan su inconformidad criticando las decisiones que consideran desatinadas.

Olvidan los líderes políticos que ellos mismos también pueden equivocarse. Son seres humanos falibles y por lo tanto sujetos a fallas. Las decisiones que ellos toman, si no las razonan bien y si no las analizan previamente con prudencia, serenidad y además respaldadas por los consejos de expertos, pueden resultar erróneas y cada equivocación terminará generando más daños al país, de los que ya padece.

En ese sentido, hay un paralelismo entre el presidente Trump y el presidente López Obrador.

Las declaraciones que diariamente emiten ambos mandatarios polarizan a una sociedad ya de por sí dividida, enfrentada y en crisis.

Es tal su obstinación, que no aceptan una sola opinión sensata, si es distinta a la suya.

El pueblo norteamericano tiene la ventaja de que allá la independencia de poderes sí funciona y esto mantiene de algún modo los equilibrios.

En cambio, el pueblo mexicano se encuentra entre la espada y la pared, debido a que el Poder Legislativo y hasta cierto punto el Poder Judicial, están controlados por el Presidente. No tenemos contrapesos reales, seguros ni confiables.

Lo comento porque para nadie es un secreto el manejo tan ineficaz que ha hecho nuestro gobierno de la epidemia que nos agobia, lo que implicará rebasar esta misma semana los 30 mil muertos y de no tomar medidas adecuadas pronto, dicha cifra podría duplicarse o triplicarse en lo que resta del año.

En el aspecto económico las cosas también son muy complicadas. Una gran cantidad de empresas están cerrando, se siguen perdiendo empleos y bastante poco hacen nuestras autoridades para apoyar el empleo.

Hay otro tema que debe encender las alertas: Los ingresos del gobierno siguen en caída libre por la desaceleración económica y sin embargo las autoridades federales siguen gastando a manos llenas, regalándole dinero a los improductivos y empleándolo en proyectos que no son viables, ni prioritarios; cuando en estos momentos tan críticos hay otras necesidades.

Lo más delicado del tema es que algunos economistas de escritorio, de los que nunca han trabajado en el mundo real, porque han encontrado su modus vivendi refugiados en la academia o en la burocracia, ya empiezan a sugerir un incremento de impuestos.

Ojalá y esto no se dé. Hay personas que perdieron su trabajo. Otras más han disminuido notablemente sus ingresos. Muchas empresas están a la quinta pregunta por la falta de clientes.

Otras han cerrado ya. Si nos suben los impuestos, de dónde piensan estas brillantísimas mentes que sacaremos los causantes cautivos recursos suficientes para pagarlos. Si nos suben los impuestos, la crisis se agravará aún más.

Si les cobraran impuestos a quienes no los pagan, eso estaría muy bien. Pero ya no se ensañen con quienes sí cumplimos con esta obligación.

Si el dinero no alcanza, que dejen de gastar en tonterías y en proyectos fantasiosos. Que dejen de regalar dinero y que usen los escasos recursos disponibles en lo verdaderamente esencial.

Primero lo primero o acabaremos quebrando con tanta ocurrencia.

¿No les parece a Ustedes?.

Muchas gracias y buen fin de semana.