Quieren sembrar pánico

Nota al margen

México | 2024-07-25

En la última semana una serie de audios, fotografías y conversaciones en las que se afirma que una camioneta blanca ha privado de la libertad a varias mujeres en diversos hechos y en diversos puntos de la zona conurbada de Veracruz, se han difundido a través del servicio de mensajería de WhastaApp.

El primer audio que se viralizó en este servicio fue el de una mujer que afirmaba que había sido testigo del "levantón" de varias mujeres el jueves pasado en Plaza Las Palmas, durante la balacera que se registró en el centro comercial, en el que una mujer policía fue asesinada en cumplimiento de su deber.

Los hechos corroborados en el sitio desmienten tal información, así como la versión oficial que fue emitida por la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado, que atribuyeron el enfrentamiento entre civiles y policías, sí, a un secuestro, pero de ninguna forma masiva o con la descripción que se afirmó en la falsa versión.

En los mensajes se hace énfasis en que la información no se publica en los medios de comunicación por temor o colusión, con la finalidad de dar legitimidad las versiones se afirmaba que alguien, algún conocido o familiar, había visto lo ocurrido.

El verdadero motivo es que no se publica en medios de comunicación lo que se difunde en los audios descritos, simplemente es porque es falso y replicar estos mensajes es una irresponsabilidad.

Pese a todo lo anterior, se abonó para que en redes sociales se comenzara a percibir un ambiente de temor generalizado, de psicosis o paranoia. Fue necesario que la Secretaría de Seguridad Pública, a través de su área de Policía Cibernética, difundiera un comunicado en el que aclaraba que se trataba de una Fake News.

Lo mismo hizo una escuela particular y hasta la colectiva Brujas del Mar, como parte de un servicio con la comunidad para hacer un llamado en no caer en la desinformación y el pánico colectivo.

Lo que llama la atención es como este tipo de mensajes son replicados y viralizados con tanta rapidez, con una sincronía tal que no hacen más que evidenciar que se trata de una campaña que fue organizada desde el anonimato, utilizando bots.

Recordemos que así inició el rumor sobre el secuestro de niños en el 2012, que llevó a madres y padres de familia a la histeria colectiva en la zona conurbada una tarde, cuando tuvieron que ir por sus hijos y sacarlos de la escuela ante las amenazas de atentados que jamás ocurrirían.

En 2017 ocurrió lo mismo cuando se alertó de un desabasto de productos de la canasta básica, así como la cancelación de bienes y servicios, llevando a saqueos de tiendas de autoservicio y negocios locales.

En ambos casos hubo personas detrás que tuvieron intenciones de desestabilizar a los gobiernos en turno. Por ello, no puede pasarse por alto la difusión de estos rumores, que enrarecen el ambiente y que generan un sentimiento de temor generalizado, en medio de un período de transición en el gobierno.

X: @VictorToriz

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