Los días contados

Los días contados

Xalapa | 2023-10-02

Alguna vez José López Portillo, gran cínico, advirtió:

—Lo peor que nos puede pasar es convertirnos en un país de cínicos.

La profecía se cumplió. Hugo López-Gatell no representa la incompetencia, el servilismo, y la arrogancia: las encarna. Es el gran cínico de la historia reciente del país.

López-Gatell es el hombre que más daño le ha hecho a México. Impulsó la cancelación del Seguro Popular, a sabiendas que el engendro del INSABI no tenía los recursos financieros, legales, institucionales ni humanos para suplirlo.

Por eso hoy hay 50 millones de mexicanas y mexicanos sin acceso a la salud.

Apoyó la concentración de adquisiciones de medicamentos en la Secretaría de Hacienda y, por su ideología, prohibió a decenas de laboratorios vender al gobierno. El resultado es la peor escasez de medicinas en la historia reciente, incluidas quimioterapias. Hay en México, sólo este año, casi 16 millones de recetas sin surtir. El año pasado superó los 40 millones.

A los padres devastados por el dolor y el desespero de ver la vida de sus hijos consumida por el cáncer los insultó llamándolos golpistas.

Luego fue el responsable del manejo de la pandemia: el peor del mundo.

Minimizó la expansión del virus. Instó a la gente a seguir en las calles. Ignoró su letalidad: dijo que no era más grave que una gripa. Se pronunció contra el uso del cubrebocas. Discrepó con la OMS y prohibió la adquisición y distribución de vacunas por nadie que no fuera el gobierno que se va. Servil, dijo que López Obrador no tenía fuerza de contagio, sino moral.

Sus decisiones, sin sustento legal, sin ética médica, provocaron la muerte de más de 800 mil personas.

Un genocidio.

En su conjunto, el desastre en la salud pública se reduce a lo siguiente. Las y los mexicanos tenemos una esperanza de vida de 4 años menos que en 2018 de acuerdo a la ONU.

López Gatell es el responsable de esas muertes y de esa reducción de la vida.

Doctor Muerte, le llaman en las redes. Tienen razón.

Con la excepción de Auschwitz y Treblinka, ningún comandante de campo de exterminio nazi fue responsable de la muerte de tantas personas como Gatell. Casi tantas como la Revolución Mexicana en una década.

Hoy dice tener los merecimientos para gobernar la capital. Se equivoca. Yerra también en usar ese intento como forma de obtener otra posición que le de fuero.

Quizá lo logre. Pero el fuero no le protegerá.

Si lo consigue, forzaremos su desafuero y enjuiciamiento para que pase el resto de sus días en la cárcel.

Ahí pertenece.

Lo sabe. Lo teme.

Tiene los días contados.

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