Coatzacoalcos - Minatitlán - Sur | 2021-02-12 | Vicente Bello
En su segundo día del Parlamento Abierto, la oposición tampoco la vio llegar. Su empobrecida argumentación tropezaba con ellos mismos. Panelistas con chapa de expertos, investigadores y académicos participaron en las dos mesas de debate, Y sus intentos por hilvanar una defensa a los intereses de las compañías extranjeras que están aquí desde los tiempos de Felipe Calderón generando electricidad del aire y el sol, eran desmontados, ya sea por un maestro del Politécnico o hasta por uno de la Universidad de las Américas.
Dijo María Fernanda Ballesteros, coordinadora del Programa de Regulación y Competencia Económica de México Evalúa: “Es preocupante esta iniciativa (de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica), en particular el cambio que plantea en las reglas de despacho, pues es inconstitucional, invade las facultades de la Comisión Federal de competencia Económica (Cofece) y beneficia a la Comisión Federal de electricidad (CFE).
Y reforzaba: “Es contraria al principio de libre competencia establecido en la Constitución y a lo que se ratificó en el T-MEC. La falta de condiciones de competencia afecta a los usuarios, porque genera un sobrecosto en bienes y servicios”.
A Isabel Studer la anunciaron como especialista en Medio Ambiente. Dijo: “México es uno de los países más vulnerables al cambio climático; su ubicación geográfica, su topografía y su red hidrológica lo hacen particularmente frágil a grandes daños por eventos hidrológicos o meteorológicos extremos.
“El sector energético es esencial para la competitividad de los sectores de la economía mexicana que están integrados a la economía internacional. (Y) con la reforma planteada habrá una lluvia de juicios por la inconstitucionalidad de esta ley secundaria e incluso arbitrajes internacionales vía los tratados internacionales, que costarán a los contribuyentes miles de millones de pesos”.
La Asociación Mexicana de Energía Eólica dijo en voz de Julio Valle: “La iniciativa alteraría por completo el marco de operación en el sector y no solo generaría impactos sustanciales negativos, sino un efecto en cascada hacia toda la economía nacional.
“En el análisis de esta reforma se deben considerar los impactos a corto y mediano plazo para todo el sector energético; no considerar las externalidades sería incompleto y sesgado. La reforma va a abrir la puerta a cancelaciones de contratos y revocación de permisos bajo criterios muy pocos claros en estos momentos”.
El especialista en medio ambiente Julián Adame dijo: “Algo que abonó a la protección ambiental fue la disminución de la quema de combustóleos en las centrales de generación en la CFE y el aumento de ciclos combinados que están quemando gas con menos emisión de gases contaminantes.
“Yo pienso que ni siquiera hay necesidad de hacer una nueva ley para que el despacho privilegie la quema de combustóleo, podría haber un transitorio. Considero que es un grave daño ambiental que se dé prioridad a la quema de combustóleos de la Comisión Federal de electricidad (CFE)”.
Greenpeace enseñaba el cobre cuando, en voz de Luis Miguel Cano López, uno de sus asesores legales, dijo: “Las figuras legales como los compromisos de entrega física, los costos de producción, permisos sujetos a la planeación del Sistema Eléctrico Nacional, la prioridad del uso de las redes, el despacho de las centrales, se vuelven criterios que desincentivan el uso de energías renovables, lo cual es contrario a los mandatos constitucionales.
“Si no se cambia ni una coma a la iniciativa, lo más seguro es que en tribunales se tenga que volver a cuestionar, toda vez que desplazar a las energías renovables no es lo adecuado”.
Y he aquí la argumentación en pro:
De la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el catedrático Iván Estrada Ramírez: “La aprobación de esta iniciativa representa la oportunidad para revertir algunos daños provocados por la ambición del neoliberalismo, pues el desmantelamiento de la industria nacional eléctrica por las anteriores administraciones provocó una sobreoferta en la capacidad del mercado eléctrico mayorista.
“Propongo abandonar la idea de que al producir energías limpias se salvará al planeta; sin duda, disminuyen los efectos de gas invernadero, pero no vamos a dejar de contaminar, pues todo progreso implica cierta destrucción y transformación. Para producir energías limpias se necesita cobre, cobalto, silicio y, en algunos casos, litio, los cuales son altamente contaminantes y no son fáciles de desechar o reciclar”.
Kristiano Raccanello, profesor investigador de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) y presentado también como consultor de PNUD/AMEXCID y Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1, dijo: “La propuesta dota a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) las facultades para desempeñar sus actividades eficientemente con una competencia justa y equitativa que no sólo beneficiará a la población con un mejor servicio, sino a un uso eficaz de sus recursos.
“Incluso se argumenta que habrá afectaciones a la industria privada y de las energías limpias; sin embargo, esto es falso, toda vez que lo que se plantea delinear las condiciones para competir en el mercado en igualdad de condiciones”.
Ramón Sánchez fue presentado como especialista en temas energéticos. Dijo: “En México, además de los certificados de energías, que representan un subsidio equivalente al 50 por ciento del valor de la energía proporcionada, las energías renovables también se ven beneficiadas por una deducibilidad del 100 por ciento en su maquinaria y equipo.
“A partir de la Reforma Energética de la pasada administración (se refería a la de agosto de 2014, aprobada por el PAN, PRI, PVEM y MC, a propuesta de Enrique Peña Nieto), las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) resintieron un incremento importante en el precio de la energía”.