Xalapa | 2023-12-02
El gatopardismo significa según el diccionario "Cambiar todo, para que al final nada cambie".
Al igual que hace varias décadas, hoy por la mañana el Gobierno de la República anunció con bombo y platillo que el incremento al salario mínimo será del 20% a partir del año próximo.
¿En qué se basó para ordenar tal cosa?:
En ningún estudio serio.
Simplemente atendió la necesidad del partido en el poder de conseguir una mayor cantidad de votos para aumentar sus posibilidades de ganar las elecciones del año entrante.
También tuvo que ver esta decisión con la sumisión vergonzosa de los líderes empresariales, quienes aceptaron tal aumento sin siquiera consultar a sus bases, para no quedar mal con el que manda en este país. A algunos de ellos hasta les deben de haber dolido las manos de tanto aplaudir la ocurrencia que hoy jubilosos aprobaron a espaldas de sus agremiados.
Conclusión: Ahora todos los precios se irán para arriba. De nada servirá ganar más, cuando la inflación se comerá rápidamente el incremento anunciado y los trabajadores traerán más dinero en su bolsillo, pero podrán comprar menos.
Esa historia ya la vivimos en repetidas ocasiones durante el siglo pasado. Lo peor de todo es que si la inflación se dispara, lo que sigue es una devaluación.
Porque pagar más produciendo lo mismo, solo genera aumento de costos y éstos a su vez provocan incrementos de precios.
No creo que sea tan difícil de entenderlo.
Se presentan estos fenómenos cuando las políticas públicas impregnadas de populismo atropellan a la ciencia económica.
Entiendo perfectamente y sin lugar a dudas que los trabajadores deben de ganar lo suficiente para satisfacer sus necesidades básicas. Eso nadie lo pone en tela de juicio.
Sin embargo, hay otras formas de mejorar su nivel de vida y esto se logra aumentando sustancialmente la productividad, para que los precios bajen por sí solos por simple Ley de Oferta y Demanda, fomentando desde luego también la capacitación y la competencia. No gana lo mismo un peón de albañilería que un maestro albañil. La superación de las personas incide directamente en los salarios que cada quien percibe.
Pretender que los trabajadores vivan mejor subiendo los salarios mediante un decreto basado en ocurrencias, sin tomar en cuenta las condiciones económicas de cada empresa, provocará no solamente inflación, sino también en algunos casos el recorte de la plantilla laboral, el cierre de algunas micro y pequeñas empresas que no podrán pagar los incrementos y también ocasionará mayor informalidad de la que ya tenemos.
El aplicar estas mismas políticas populistas en los años 70s y 80s del siglo pasado nos llevó a una inflación galopante de tres dígitos y a devaluaciones frecuentes.
Tal parece que no aprendemos o no queremos aprender las lecciones que nuestra propia historia nos enseña.
¿Será porque a la mayoría de los mexicanos nos encanta que nos engañen con el canto de las sirenas?; porque algunos políticos nos ofrecen vivir bien trabajando poco o de plano nada, como sucede con los millones de personas que reciben dinero regalado del gobierno o porque ni siquiera nos enteramos de lo que pasa en nuestro país, porque a mucho compatriotas simplemente no les gusta leer, ni enterarse de lo que sucede.
No hay país que progrese regalando dinero para conseguir votos. Todo el dinero que se regala deberemos pagarlo tarde o temprano los mexicanos con todo e intereses.
Para salir verdaderamente adelante requerimos: Confianza, seguridad, estado de derecho, inversión, empleo y producción de calidad efectuada con eficiencia.
No hay de otra.
Todo lo demás son cuentos chinos.
¿No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana para Ustedes.