Xalapa | 2024-03-02
A medida que terminaron las precampañas e inician ahora las campañas, un grupo de políticos que desde hace muchos años viven cómodamente del erario y que muchos de ellos jamás han trabajado en algo productivo, salen a cazar ciudadanos ingenuos que por su escasa cultura terminan creyéndoles todo lo que prometen, no obstante que la mayoría de los ofrecimientos que les hacen son imposibles de cumplir en las condiciones actuales en que se encuentra nuestra economía.
Uno de los males del sistema democrático imperante en un país como el nuestro, es que vale lo mismo el voto de una persona ilustrada que el de alguien que por azares del destino carece de conocimientos suficientes para decidir con suficiente criterio cuál es el o la mejor candidato(a), y si no existiera esa persona, que termine votando por la propuesta menos mala.
Por eso decía Don Francisco Bulnes hace más de 100 años: " El voto tiene que pesarse, antes que contarse".
Mientras hay quienes estamos preocupadas por la forma en que se conduce el país y la política constante de provocar enfrentamientos no sólo entre nosotros, sino también con nuestros socios comerciales, al mismo tiempo que por otro lado se les hacen guiños a las naciones que tienen dictaduras, hay otros ciudadanos que están felices, felices porque les acaban de adelantar 2 bimestres de los programas sociales y hay familias que recibieron 24 mil pesos sin merecerlo; dinero que sale de los bolsillos de quienes pagamos impuestos y de préstamos que con todo e intereses terminaremos también pagando.
"El cariño comprado, ni sabe querernos ni puede ser fiel", decía una famosa canción que interpretaba Pedro Infante. Veremos cuánto tiempo se necesita, para que esas personas despierten y entiendan que con dádivas y despilfarros jamás saldrá adelante el país y ellos menos.
Como las promesas se agotan y también los recursos que destinan a "programas sociales", a algunos políticos se les ocurren ideas que en teoría suenan muy bien, pero que en la realidad arruinarán nuestra economía.
Ya duplicaron los días de vacaciones, ya aumentaron los salarios mínimos al grado de que muchas micro, pequeñas y medianas empresas tiene problemas para pagar la nómina y en el mediano plazo no resistirán el impacto que estas decisiones tienen en sus costos. Corren el riesgo de quebrar provocando desempleo o de irse a la informalidad para poder subsistir.
Para ganar simpatías y desde luego votos, ya hay políticos oportunistas que proponen semana laboral de 40 horas y el doble de aguinaldo. Esto implicaría pagar 67 días más al año sin que la gente trabaje. Qué fácil es para ellos proponer medidas electoreras para conseguir votos, cuando quienes lo sugieren, no trabajan ni tienen colaboradores a quien pagarles lo que cuestan sus ocurrencias.
Para que el país crezca y pueda salir adelante, pagando mejores sueldos y prestaciones, hay que ir por etapas y elevar de manera suficiente primero la productividad. Hablar de derechos sin mencionar la obligación de trabajar con mayor eficiencia y calidad, lo único que provocará es inflación y luego vendrá la devaluación.
Esta película ya la vimos en el pasado. No deseamos que se repita.
¿No les parece a Ustedes?.
Muchas gracias y buen fin de semana.