Veracruz | 2024-08-11
Estados Unidos pretende saquear los recursos energéticos, minerales y naturales de Venezuela con el único propósito de invertirlos en armas, equipo bélico, bombas, drones, provenientes del presupuesto público que pertenece a la población estadounidense, para solventar la guerra a favor de Ucrania, ya perdida cómo sucedió con Vietnam, Afganistan, Irak, y así apoyar a la vedette de Zelenski, de Ucrania y los próximos conflictos con Rusia, China, Irán y Corea del Norte. La gran mentira: "En Venezuela no hay dictadura, hay petróleo, litio y gas", exclaman en las redes sociales.
Recordemos que Walt Disney, (Mikey, Donald, Pluto) fue el primer productor de armas del mundo en la década de los ochenta. La guerra compite con el espectáculo mediatico, pero siempre ganara la guerra, ya que el show es el creador del "mundo pefecto" y es el distractor principal hacia el consumismo que sustenta esa democracia sin pueblo. La guerra es la inversión perfecta.
Las dictaduras, según ellos se miden por las constantes reelecciones de sus dirigentes, desconociendo que Angela Merkel, de Alemania, se reeligió cuatro veces, Trudeau de Canadá y Netanyahu, de Israel, genocida, neonazi, y Maduro de Venezuela tres veces cada uno, Macron de Francia y Bukele de El Salvador dos veces, Trump va por la segunda también. Pero usan la palabra "dictador" en forma hipócrita.
Ni que dictador, ni que democracia, ni que nada, gritan en redes. El pecado de Venezuela es tener la mayor reserva de petróleo del mundo y la quieren. Para ello manejan medios de comunicación a su antojo, los sermones eclesiásticos, las opiniones de editorialistas y comentaristas de radio y prensa, todos financiados por el gran capital de las trasnacionales, el lavado de dinero del crimen organizado y la voracidad de políticos, legisladores, jueces, ministros y magistrados de los congresos y del del sistema de justicia, con evidentes intereses comunes. Los recursos que han perdido, que han dilapidado para preservar una ficticia globalización apoyada en el consumismo desenfrenado de los sectores aspiracioncitas. El mundo unipolar desaparece, para transformarse en un mundo multipolar con las nuevas fuerzas económicas y por ende políticas: China, Rusia, India, Irán, Corea del norte, Brasil.
El triste papel de la OEA, tal y como sucedió en el caso de Cuba, Chile y recientemente en Bolivia, hoy se mete sin el respaldo de sus países miembro, contra el proceso electoral del 28 de julio en Venezuela con las mismas tácticas de manipulación y control de masas usadas en el fallido golpe contra Hugo Chávez.
"Voten por Maduro para que Venezuela no sea vendida a los EEUU" así lo expresó Roger Waters, compositor y músico estadounidense. Fernando Buen Abad: "Ayer Guaidó el oscuro corrupto, hoy Corina Machado, virtual y real promotora del golpe de Estado". Fabricio Mejía, en su videocolumna, Julio Astillero en su espacio, Noam Chomsky, Alfredo Jaliffe en su charla semanal, denuncian ratificando la soberanía del pueblo venezolano y el intervencionismo de los intereses imperiales del gran capital sobre las naciones ricas en recursos y poseedoras de extraordinaria mano de obra calificada.
Hoy tres naciones latinoamericanas, con gobiernos progresistas de gran visión nacionalista, Brasil, con Lula, Colombia con Petro y México con AMLO, conminan al Colegio Nacional Electoral (CNE) la publicación de las actas, en abierto del proceso electoral para definir el resultado final venezolano. El CNE entregó las actas al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para ser expuestas a los contendientes que participaron en el proceso electoral. Todos presentes, menos la marioneta Edmundo González Urrutia, con su falsa y prefabricada sonrisa.
Blinden, secretario de estado norteamericano, da por ganador la mancuerna Machado-González, Milei, el desastre por venir para la Argentina sin lágrimas, hace lo mismo, Boluarte de Perú, Noboa de Ecuador le acompañan en su espectáculo de circo. Los tres mastines del imperio.
Ya en USA, se dice que es sede de la supuesta democracia, pero se olvida del fraude a Al Gore, en su historia reciente del fraude electoral en Estados Unidos: Suplantación de identidad, máquinas de recuento defectuosas e identificaciones obligatorias de colectivos marginales. Esta es la larga sombra que oscurece a las elecciones estadounidenses, tanto republicanos como demócratas han utilizado el argumento de votaciones amañadas. El limbo de la democracia conlleva al infierno electoral.
Pero aquí, acostumbrados de ocultar mañoserías, como los fraudes electorales de 1988, con la quema de actas que autorizó Diego Fernández de Ceballos por instrucciones de Salinas de Gortari y del 2006 con el "haiga sido como haiga sido" de Calderón y su amasiato con narcos y lavadores de cuello blanco, también el exceso de gasto en el 2012 con Peña Nieto, ignorada a modo por el Instituto Electoral del arbitro sin moral pero con consigna, como Lorenzo Córdoba y su mancuerna , así como una infinidad de golpes mediáticos, hoy conocidos como golpes blandos de la injusta justicia, en toda la América Latina destacando los procesos de Ecuador, Colombia, Uruguay, Argentina, Brasil, Honduras, Guatemala, Bolivia, Perú. Y al clásico en Chile y la brutal reprimenda económica en Cuba y Venezuela. Todo para ellos, nada para los pueblos sometidos, saqueados y empobrecidos. La democracia a su antojo y al servicio del poder.