Discursos, ocurrencias y peroratas

Discursos, ocurrencias y peroratas

Xalapa | 2023-11-18

Uno de los retos más complejos de vencer para conseguir el sano desarrollo de un país, están relacionados directamente con la incertidumbre y la desconfianza.

Sin resolver lo anterior, la inversión no fluirá con la agilidad necesaria o de plano se irá a otras naciones que ofrecen mayor seguridad, certidumbre jurídica, estabilidad política, social y desde luego económica.

Vivimos los mexicanos en una nación que resulta privilegiada al tener de vecino a la economía más grande del planeta y en lugar de aprovechar esa enorme ventaja geográfica, que muchos países ya quisieran tener, nuestros políticos en su mayoría siguen mandando señales contradictorias al exterior, provocando el recelo de los inversionistas que podrían traer sus capitales y la tecnología que aquí requerimos con urgencia, para que nuestro sano desarrollo se haga realidad y para generar la riqueza, los empleos y los impuestos que tanto bien nos harían.

Pero.... ¿Quién va a querer venir a invertir a un país, donde piensa que su capital puede quedar desprotegido, porque poco a poco están desapareciendo los contrapesos legales que limitan al Poder Ejecutivo, porque éste actualmente ya controla al Poder Legislativo e intenta hacer lo mismo con el Poder Judicial?

¿Quién desea invertir en México cuando aquí empieza a ser insuficiente el suministro de energía eléctrica para atender las necesidades de las nuevas fábricas que pretendan instalarse en territorio nacional?

¿Quién va a querer traer su capital aquí cuando se entera del alto nivel de violencia e inseguridad que padecemos en diversas regiones del país y observa nuestra infraestructura tan deteriorada por falta de mantenimiento?

¿Quién deseará traer su inversión a México, cuando desconoce cuánto aumentarán los salarios el año entrante y si continuará la semana laboral de 48 horas o se reducirá por decreto a 40 horas y qué tanto se disparará la inflación con estas medidas populistas y electoreras, mismas que por cierto no toman en cuenta la productividad ni la crítica situación que viven las micro, pequeñas y medianas empresas; porque no basan sus planteamientos en estudios previos que determinen el impacto que tendrán estas decisiones en los precios. Están planeadas para captar votos, no para proteger la economía, ni nuestro desarrollo. Tampoco están diseñadas para apoyar a los pequeños empresarios ni a los ahorradores, menos a los jubilados, taxistas y todos aquéllos que trabajan por su cuenta o lo hacen en la informalidad y por lo tanto no tienen un patrón que les pague los nuevos salarios, las vacaciones largas ni tampoco sus quincenas completas si ahora trabajarán 52 días menos al año?

No cabe duda que a nuestros políticos les hace falta saber más de planeación, economía y administración para tomar decisiones sensatas, sabias y prudentes que no terminen afectando más al pueblo bueno; exactamente al mismo que en los discursos y peroratas tanto dicen defender, pero que en la práctica lo afectan con tantas ocurrencias.

¿No les parece a Ustedes?

Muchas gracias y un buen fin de semana.

.
.