Desinformar y simular. Distraer, entretener y mentir

Desinformar y simular. Distraer, entretener y mentir

Veracruz | 2019-11-20 | Rafael Arias

El informe gubernamental debe ser pertinente y permanente, no cuando se le ocurre o conviene a los presuntos responsables en turno.

Fuera de contexto real, siguen realizándose los actos y documentos protocolarios, de los cuales se da uso y abuso, tanto por quienes gobiernan como de sus opositores en la nómina. Unos para presumir lo que no hacen; otros para criticar por criticar; y demasiados, en su ambición por llegar al poder, para proponer y prometer lo que, si llegan, no van ni quieren  hacer.

Juego de nunca acabar, mientras la realidad alcanza y somete a penalidades y limitaciones extremas, a los de por vida sacrificados y perjudicados, generación tras generación, convertidos en  pobres, miserables, hambrientos y marginados; a los convertidos también, desde siempre,  en masa clientelar,  carne de cañón, y en medio electorero.

Tragedia aumenta. Crisis económica mal entendida y peor atendida; más  debilitamiento institucional y de las finanzas públicas.

Apremiante consensar y establecer, una buena y realista estrategia y política económica, en todos los gobiernos.

Ahí va, la desinformación y la simulación, la distracción y el entretenimiento como política comunicativa oficial predilecta.

Y sin embargo, hay que informarse y conocer, para saber apreciar y comprobar lo que se ha hecho o dejado de hacer; para distinguir y valorar logros y avances, porque son pocos y contados; y señalar los demasiados, a partir de lo que merece condena y rechazo, por el inocultable error, la escandalosa pérdida y el creciente rezago social.

Informe de gobierno que por cierto, no es ni puede considerarse perfecto y ajeno a la real realidad, que lo pone en su lugar. No más servilismo y  abyección, simulación  y corrupción.

Informe que, por áreas de responsabilidad, objetivos y resultados, permite localizar a algunos  buenos y regulares funcionarios; e identificar a muchos más, presuntos responsables y prófugos potenciales.

Evaluar a todos sin excepción más que un derecho, es una obligación ciudadana y social, si se quiere erradicar  malos y peores gobiernos; y consolidar los buenos y aceptables.

Así que a exigir transparencia y rendición de cuentas; a informarse y participar, para evaluar y, en su caso, aprobar o rechazar.

La ceguera del cangrejo; y la mirada del águila

No hay peor ciego que el que no quiere ver, porque le conviene. Es más, tan ve y sabe, que para su conveniencia dice y asegura que ve otra cosa; y así, dice y sostiene que ve y que percibe otra realidad.

Entre otros ejemplos, esto funciona con más y mejor claridad en la política, tanto en los que dicen gobernar, como en sus oposiciones; y hasta en el público en general, en el que se forman ideas, sentires, corrientes de opinión y hasta ideologías o religiones.

Ver lo que se quiere ver lleva, en muchas y conocidas formas, a intentar convencer, a formar grupo y hasta querer imponer una visión o interpretación de una realidad.Enajenar y dominar, entretener y sobrellevar. Más si se obtienen beneficios, utilidades o ventajas de esa forma de ver que, ceguera inocente no es.

Esto, debe tenerse siempre presente, porque abunda y en muchas formas es lo que se vive, conserva y padece, ya que con frecuencia y hasta con naturalidad, en cuestiones públicas importantes, como en  política y formas de gobierno,   y en creencias y tipo de religión.

Así, la Historia sigue acumulando innumerables casos y ejemplos, de las visiones e interpretaciones, de las enfrentadas o coincidentes formas de ver, pensar o proponer,  tanto los que están y ejercen representación y poder público, para mantenerse y beneficiarse; como los que siendo oposición intentan desplazar y obtenerlo, también para su beneficio.

Bueno, malo y peor gobierno

De todo este amplio tema, lo que por ahora se quiere resaltar, es lo  imprescindible que son tanto pluralidad y civilidad, como  objetividad, para  distinguir y separar, buenos, malos y peores gobiernos; para separar, acertadas y mejorables acciones gubernamentales, de equivocadas y catastróficas;  separar logros y avances de errores y pérdidas; y, desde luego, denunciar y sancionar servidores públicos ineptos y corruptos, ineficientes y delincuentes.

La pluralidad, caracteriza y fortalece la Democracia y sus libertades,a través de un verdadero Estado de Derecho.

La responsabilidad, se determina en leyes, que precisan y garantizan a todos,  susobligaciones y deberes,  derechos y libertades, tanto institucionales, como individuales y sociales.

Y en cuanto a la  objetividad,resulta imprescindible para analizar y evaluar la realidad y, sobre todo, para la comprobación de certeza o validez de lo que se dice o sostiene como verdad o certeza, o como falsedad y mentira.

En todo, urge más y mejor participación y evaluación ciudadana y social.

La mentira política

Para gobernar al gobierno, necesario abordar y debatir, otros temas importantes, como la inocultable mentira política que subsiste y crece cuando se le favorece o facilita.

Ignacio Mendiola Gonzalo, reseña el breve, cuestionado y famoso libro de John Arbuthnot y Jonathan Swift, El arte de la mentira política.Entre otros aspectos, señala, a “lapolíticacomodepositaria porexcelenciadelamentira,comoespacioqueno sólo favorece lamentirasino comoespacio queexige mentirenlaorganización  y comunicacióndelamultiplicidaddeasuntosquehandesergestionados…”

Manuel Ajenjo, comenta al respecto que, “la mentira política es el arte de hacer creer al pueblo falsedades saludables para –según la óptica del mentiroso- un buen fin. Se denomina arte para distinguirlo de la acción de decir la verdad que no precisa de capacidad, imaginación y talento. No existe ningún derecho a la verdad política; el pueblo no tiene derecho alguno a pretender ser informado de la verdad en materia de gobierno…” (Eleconomista.010519)

Por lo pronto. Imprescindible fortalecer objetividad en el análisis y debate de los asuntos públicos.

Exigir siempre legitimidad y legalidad institucional. Todo servidor público debe caracterizarle, cuando menos:honestidad, responsabilidad, capacidad y efectividad. No basta con una cualidad, se deben exigir las 5 a la vez.

Regresaremos al tema, de la redituable mentira política.

 

-Académico.IIESESUV.

 

Twitter@RafaelAriasH

 

Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH

Etiquetas:
Noticias Relacionadas
.
.