Coatzacoalcos | 2024-05-02
Una complicada situación están viviendo miles de habitantes de Coatzacoalcos, pues permanecen sin energía eléctrica por largos periodos en el último mes.
El abasto de energía en la ciudad se ha cubanizado, el apagón está siendo cada vez más cotidiano. De la misma manera pasa con el agua.
La intensa temporada de calor que se vive en la ciudad, donde se han alcanzado temperaturas de hasta 48° de sensación térmica, han provocado diversas protestas y un gran número de reportes que han mostrado la incapacidad de la CFE para responder a los reclamos.
Las redes sociales han explotado con denuncias de la ineptitud e ineficacia de la empresa eléctrica mexicana para asegurar el abastecimiento de energía eléctrica.
Una usuaria reportaba hace un par de días que en menos de una semana ha emitido tres reportes por falta de luz en la colonia Rancho Alegre II.
En el primer reporte del 20 de abril, los habitantes de esa zona estuvieron cerca de 12 horas sin energía eléctrica, en otro más del 26 de abril, permanecieron seis horas y en el último del 28 de abril estuvieron sin luz 10 horas de manera consecutiva.
El tema de falta de energía eléctrica se ha replicado en varios sectores y colonias de Coatzacoalcos. Lo mismo lo padecen en el centro de la ciudad, en el poniente o en el oriente de la misma.
El martes pasado el Hospital General de Zona 36 del IMSS en Coatzacoalcos enfrentaba una crisis debido a la falta de energía eléctrica que ha dejado sin funcionamiento el sistema de aire acondicionado, afectando tanto a pacientes como al personal médico.
Esta situación obligó a trasladar a los pacientes a otros hospitales cercanos, como el Hospital Regional "Valentín Gómez Farías" y el Hospital General de Zona 32 en Minatitlán, buscando condiciones más adecuadas para su atención.
A pesar de la gravedad del problema, el Instituto Mexicano del Seguro Social no ha proporcionado información sobre la cantidad exacta de pacientes trasladados ni sobre el alcance total de la situación. Solo una semana atrás, informaba paradójicamente de la Feria de Salud que realizaba el IMSS en conjunto con la CFE y el SUTERM.
De la crisis de energía eléctrica, nada hasta ayer por la tarde.
Imagine usted del drama que viven algunos habitantes de municipios como Agua Dulce o Ixhuatlán del Sureste cuando tienen algún desperfecto y la energía eléctrica no se abastece.
Puede pasar un día entero o más para ser atendido el desabasto de energía eléctrica, ya que las cuadrillas de la CFE, cohabitan en Coatzacoalcos y tienen que trasladarse hasta aquellos municipios cuando reciben el reporte.
La red de distribución añeja, el alto consumo, en esta temporada de calor o la falta de mantenimiento del sistema de distribución de energía eléctrica, siguen provocando dolores de cabeza a miles de usuarios, y esto en temporada electoral puede tener sus consecuencias.
Por eso sí, el recibo no deja de llegar puntualmente cada bimestre.
Ayer al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, se le aparecieron sus muertos en el desfile del Día del Trabajo.
El de ayer no fue solo un evento protocolar. Este año estuvo marcado por la dolorosa presencia de familias de periodistas asesinados y un coro unísono de trabajadores exigiendo sus derechos laborales.
Mientras el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y su gabinete ocupaban el templete, sus rostros reflejaban más hastío que atención hacia los contingentes de trabajadores que marchaban por la calle Enríquez.
En un escenario donde las autoridades parecían más interesadas en sus teléfonos celulares que en las demandas de los trabajadores, los secretarios de diversas dependencias preferían ignorar las lonas con mensajes de protesta.
Este desfile, más que una celebración, se convirtió en un recordatorio contundente de las luchas y desafíos que enfrentan los trabajadores y sus familias en Veracruz.
Mientras las autoridades parecían desconectadas de las realidades que rodean al pueblo, las voces de quienes marcharon resonaron con fuerza, exigiendo un trato digno y justo en el ámbito laboral.
La jornada del Día del Trabajo no solo fue un desfile de personas, sino de reclamos legítimos que merecen ser atendidos con seriedad y urgencia por parte de las autoridades.
Y ahí estaban los muertos de Cuitláhuac.
16 familias de comunicadores asesinados en Veracruz siguen esperando justicia.