Xalapa | 2024-03-29
Iniciamos un proceso de definición de estrategia comercial cuando entrevistamos a Felipe, director general de una empresa distribuidora nacional de equipos, fue enfático al marcarnos los siguientes límites:
—A mis vendedores más antiguos, no quiero que les cambien el esquema de comisiones, no quiero que afecten su cartera de clientes y tampoco que les pidan intensidad comercial proactiva.
Lo anterior no representa un problema, de no ser por lo siguiente: el esquema de comisión sí es demasiado generoso y no tiene en cuenta el cumplimiento de metas; tienen más clientes en su cartera de los que pueden atender, por lo que, la mayoría no están bien atendidos; su intensidad comercial proactiva es nula, es decir, son lo que normalmente conocemos como levanta pedidos.
Felipe tenía miedo que ese grupo de vendedores se marcharan con todo y clientes, ya que representan el 80% de los ingresos de la empresa.
—¿Cómo puedo exigirle intensidad comercial a mis vendedores estrellas si son los que más venden? —Finalizó cuestionándonos.
—En estos casos, la pregunta que debes hacerte en realidad es ¿cuánto vendería si realmente atendiera a los clientes con la intensidad correcta?
Ante este dilema, existen enfoques alternativos. Hay situaciones en las que es necesario tomar acciones drásticas, como prohibir la prospección a tus vendedores (consultar artículo ¡No consigas nuevos clientes! Desarrolla los que ya tienes) y hasta quitar los clientes para que pueda desarrollar bien la cartera que tiene. Imagino que te asusta más escuchar esto, estimado lector, pero revisaremos cómo evitar este problema del "vendedor intocable" en tu empresa:
Y la última razón, que en muchos casos no nos permite a crecer, es MIEDO. Y en este caso, el miedo es tuyo, Felipe o lector, y es al fracaso. Tú tomaste la decisión de tener un vendedor intocable. Puedes quedar en esto o tomar responsabilidad y cambiar, esta decisión también es la tuya.