Comoapan

Parlamento Veracruz

Xalapa | 2023-05-02

La hermosa villa de Comoapan es el corazón geográfico de una importante área poblacional en la región de Los Tuxtlas.

Les puedo platicar que por ahí cruza el Río Grande de Catemaco, que nace en el lago de Catemaco -al que nosotros llamamos laguna-. En San Andrés Tuxtla este mismo  río se llama Comoapan y, kilómetros más abajo, forma el mundialmente famoso Salto de Eyipantla.

Un puente de la época de Porfirio Díaz une ambas márgenes del río. La estructura de metal fue construida en Boston y traída a piezas para sustituir un puente colgante que desapareció con una crecida a finales del siglo XIX. El puente de acero de 1899 sigue en pie y prestando servicio, aunque ahora solo es peatonal. A su lado, un puente de concreto, más moderno, sirve de paso vehicular.

Cosas de la vida y de la geografía: esas mismas aguas tributan al río San Juan, por cuyo lecho discurren juntas algunos kilómetros antes de mezclarse por completo. El fenómeno es posible apreciar a simple vista por la diferencia de color entre un río y otro. Como saben, el río San Juan, a su vez, tributa al Papaloapan. Así que la próxima vez que estén en Tlacotalpan y vean el río, recuerden que una parte de esas aguas vienen de Catemaco.

Podría dedicar muchas columnas para hablar de las bellezas de Los Tuxtlas, que no son pocas, ni me canso nunca de referirme a ellas.

Pero lo que les quiero contar hoy es que la ubicación de villa Comoapan es estratégica porque está a medio camino entre San Andrés Tuxtla –a cuyo municipio pertenece- y la cabecera de Catemaco. Además, está rodeada de comunidades como Sihuapan, Poza del Rifle, Ohuilapan, El Huidero, San Antonio, Salto de Eyipantla y Chilapan. Así que es fácil llegar a ella.

Por eso elegimos celebrar ahí el Festival del Día del Niño que organicé y al que me acompañaron el diputado del distrito, mi amigo Rafael Fararoni y mi abuelito postizo, el secretario General del Congreso, Domingo Bahena. Yo me vestí de Mario, mi abuelito de Luigi (personajes de Mario Bros) y Rafa de superhéroe.


Me dio mucho gusto que llegaron niñas y niños de todo el distrito para festejar como es debido su día: con música, diversión, pasteles y regalos. ¿La verdad? Rafa, mi abuelito y yo nos divertimos como si también nosotros fuéramos niños. Supongo que en el fondo lo seguimos siendo.

Como saben, desde días antes anduve recibiendo donaciones de juguetes entre mis amigas y amigos. Algunos porque perdieron la apuesta de sus equipos de futbol contra las Águilas del América, otros nomás por el gusto de ayudar. El caso es que se juntaron más de cinco mil juguetes para niñas y niños de todas las edades. Además, rifamos unas bicis que, seguramente, ahorita están siendo disfrutadas por quienes las recibieron

La felicidad de poder llevar alegría a más de 10 mil niñas y niños, es una experiencia insuperable. Por eso me gusta repetirlo en Navidad y en Día de Reyes.

Gracias a todas y todos los que donaron un juguete. Gracias a la gente hospitalaria de Comoapan que nos recibió. Gracias a los papás y mamás que confiaron en nosotros y llevaron a sus niñas y niños. Gracias a Rafa Fararoni y a mi abuelito Bahena que me acompañan en mis locuras. Sí, parecen locuras, pero ¿salen bien, no?

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