Causas de nuestro atraso

Veracruz | 2020-04-18 | Francisco J. Ávila Camberos

Hay temas que nos deben de llevar a la reflexión para tratar de entender algunas de las causas de nuestro subdesarrollo y con ello la escasez de oportunidades que tenemos en México para progresar.

Para entender mejor las cosas, remontémonos a la época de la revolución mexicana. La tierra se les ofreció regalada a los campesinos. Se despojó sin previa indemnización a sus antiguos propietarios o poseedores y se fraccionó hasta pulverizarla. Inmediatamente se repartió entre los campesinos, pero curiosamente la propiedad la conservó el estado para mantener sujeto al ejidatario y obtener sus votos.

El ejido fue diseñado para el control político del campesino con fines electorales, no para producir alimentos suficientes.

Por su pequeñez el ejido no pudo tecnificarse. Al no ser sujeto de crédito, porque el campesino no era dueño de su parcela, tuvo que obtener recursos de los bancos de crédito oficiales, lo que ocasionó cuantiosas pérdidas para el país, porque al ser los bancos del gobierno nadie los cuidó, se cometieron cuantiosos fraudes, cantidad de créditos otorgados nunca se pagaron y además algunos funcionarios bancarios hicieron de las suyas.

Conclusión: A pesar de los cientos de miles de millones de pesos destinados al campo mexicano, seguimos importando casi la mitad de los alimentos que consumimos, lo cual nos hace dependientes del extranjero, poniendo en riesgo nuestra soberanía. 

Un país que no produce al menos lo que consume de comida está en una posición verdaderamente crítica.

Con el petróleo y la energía eléctrica sucedió algo similar. Se les expropió la industria a las empresas extranjeras, anunciando que con esta decisión todas las utilidades se quedarían en nuestro país y seríamos los mexicanos dueños de esas empresas.

Hermoso discurso, pero nada más.

El gobierno puso a administrarlas inicialmente a personas que podían manejarlas con cierta eficiencia, pero conforme transcurrió el tiempo colocó en cargos directivos a los amigos del presidente. En el arca abierta el justo peca. Lo que es de todos, no es de nadie. Pronto entraron políticos y recomendados.

Se contrató a personal de más con unas prestaciones tan altas que resultan impagables, tomando en cuenta la baja productividad de esas paraestatales. Muchos directivos encontraron pronto la manera de hacer negocios y por consecuencia convertirse en millonarios. Las empresas se llenaron de recomendados, muchos de los cuales no hacen prácticamente nada, excepto cobrar y cuyo mayor mérito es haber sido acomodado ahí por un pariente o un padrino.

Conclusión: Esas empresas tienen pasivos laborales tan altos que se encuentran técnicamente quebradas. Nos dicen que el petróleo es nuestro y la energía eléctrica también. Sin embargo, esas empresas “nuestras”nos venden más caros los combustibles y la energía eléctrica que en otras partes del mundo, donde esas industrias las maneja la iniciativa privada y ofrecen a sus consumidores precios y tarifas más bajos que los   existentes en México.

A pesar de ser monopolios PEMEX y CFE pierden anualmente cientos de miles de millones de pesos.

En lugar de buscar como transferirestas industrias a los particulares que realmente sepan manejarlas y ofrezcan mejores precios, en esta administración se busca  regresar al pasado y volver a un esquema ineficaz y caro que ha demostrado ampliamente su fracaso. No hemos aprendido la lección. Creemos ingenuamente que el gobierno puede gobernar con eficiencia, cuando no es así. El gobierno debe dedicarse a lo suyo que es gobernar, no a mal administrar empresas. No es esa su función. Todo esto ha contribuido a frenar nuestro desarrollo.

No les parece a Ustedes?

(Continuará)