Xalapa | 2024-09-29
Les guste o no a los panistas, lo cierto es que los brazos de la familia Yunes sigue controlando y operando la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN), así el Consejo Ejecutivo Nacional (CEN) que encabeza el senador Marko Cortés haya acelerado la expulsión del senador Miguel Ángel Yunes Márquez, y de su padre y suplente en el Senado, Miguel Ángel Yunes Linares, luego de que su voto le diera la mayoría calificada que requería Morena y sus aliados, para sacar adelante la reforma al Poder Judicial.
No por nada los Yunes han afirmado que no tienen planes de migrar a otro partido político o a la 4T, a pesar de que -en la práctica-, Miguel Ángel participa en las reuniones de la fracción parlamentaria de Morena, ha seguido votando con ellos y ha recibido el cobijo de figuras tan representativas como Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña, quienes mueven el pandero en el Senado.
La dirigencia estatal del PAN en Veracruz, está integrada por dos órganos que son la Comisión Permanente Estatal y el Consejo Estatal. En el primero, 15 espacios son ocupados por simpatizantes de la corriente yunista, mientras que, en el segundo, tienen 40 espacios, que son ocupadas por personas incondicionales a su grupo político.
El diputado federal, Julen Rementería del Puerto, quien en diversas ocasiones ha sido antagonista del grupo político de los Yunes, vio su oportunidad para colocar a los suyos al frente del partido, pero justamente no podrá hacerlo, en tanto no pueda retirarles el poder de los órganos que dirigen el partido a nivel estatal.
Es por eso mismo, que la propuesta que empuja Julen es la desaparición de la dirigencia estatal del partido en Veracruz y la integración de una delegación que rinda cuentas y dependa directamente del Consejo Ejecutivo Nacional del PAN, que es en donde los Yunes perdieron su capacidad de negociación.
Cual sea la ruta para concretar sus planes, tendrá que apurarse, porque quedan unos meses para el arranque del proceso electoral del próximo año, en el que se renovarán las 212 alcaldías del estado de Veracruz y en donde la familia que ya mencionamos, tendrá mano en la asignación de las candidaturas.
Y mientras en el PAN buscan enderezar su camino, el pasado viernes se confirmó la desaparición del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Veracruz, cuando fue retirada su participación del Organismo Público Local Electoral (OPLE).
Ante la lenta muerte del Sol Azteca, ninguno de sus liderazgos en el estado de Veracruz se ha pronunciado, por lo que no se puede ni decir que alguien esté dando las patadas de ahogado para tratar de rescatar el barco.
Es más, los propios perredistas reconocen que el declive en el partido no es de ahorita, sino que viene de hace algunos años, cuando en el ámbito local decidieron pactar la alianza con el Partido Acción Nacional (PAN).
Era el 2015, una elección intermedia para cargos legislativos federales, y el argumento de los perredistas fue que llevarían mano en el número de candidaturas, no importando que en ideologías eran agua y aceite, la meta era sacar al PRI del gobierno.
Se repitió la fórmula para la elección a la gubernatura del 2016, con la postulación de Miguel Ángel Yunes Linares, que a la postre ganó la elección para formar un gobierno que en la teoría era de coalición, pero que en la práctica acabó con la credibilidad del PRD. Así terminó el Sol Azteca, lo que le pasó en las elecciones de este año, solo fue una crónica de una muerte anunciada.