Xalapa | 2024-04-10
El poder en México dura seis años, y a veces menos tiempo.
En recientes periodos sexenales en lo federal y en Veracruz, de manera focalizada, se han ido acortando los tiempos laborales de servidores públicos de todos los niveles.
Y como bien lo decía Don Jesús Reyes Heroles: "pero si está trabajando bien, para qué lo quitas y si está trabajando mal para qué lo promueves".
Casi siempre, en la recta final de un régimen hay quienes para bien o para mal tratan de seguir caminando entre la promoción con la ilusión y otros suspirando y respirando.
En ese orden, no todos los que renuncian o les apartan de un puesto,- en la etapa de cierres,- resulta ser para promoverlos y ocupar otras responsabilidades, ni políticas con fuero y menos para seguir gozando de los privilegios.
Pocos se han percatado que no sólo están siendo "renunciados" y "removidos" un buen número de servidores públicos con el nivel de jefes de oficina, y de direcciones generales y área de las diversas dependencias y entidades que integran el Poder Ejecutivo e incluso, de Poderes Legislativo y Judicial, así como, de organismos autónomos, y las dos razones de peso son la definición de trabajar como servidores públicos en tiempos libres para el candidato Pepe Yunes y no para Morena. Y las observaciones -unas reales y otras no tanto- pero que van dirigidas a justificar el castigo a la desobediencia política.
Esta historia apenas empieza a escribirse.
Con la serie de renuncias que empezaron hace unos meses y semanas a cargos en el gabinete legal y ampliado de Cuitláhuac García, inició su último año de Gobierno, y esto a la espera de que existan más renuncias, sin dejar de "suponer" que Morena y sus aliados estén negociando que les cedan esos espacios y, desde esos espacios, operar en la campaña de Doña Rocío.
La operación cepillo o barredora en oficinas del sector gobierno federal y estatal con sede en diversas ciudades de Veracruz, trae filo.
¡ ES CUANTO !