Xalapa | 2023-12-22
No se midieron, de plano, los priistas que renunciaron a su militancia en el partido tricolor para apoyar en el plano nacional el proyecto presidencial de Claudia Sheinbaum y, en Veracruz, a la precandidata a la gubernatura, Rocío Nahle, ambas de Morena. Y es que se agruparon en un pomposo membrete llamado Alianza Progresista, que de "progresista" no tiene nada, por la polémica trayectoria política y en la administración pública de algunos de sus integrantes.
Ayer, el exgobernador y senador mexiquense, Eruviel Ávila, tuvo que salir a excusarse por haber dicho en el proceso electoral de 2018 que respetaba a Sheinbaum por ser mujer pero que no estaba capacitada para gobernar la CDMX. "Fue un comentario a la ligera", pretextó el ex priista por un video que circuló en redes sociales un día después de haberse incorporado al equipo de la precandidata morenista a la Presidencia de la República.
Sheinbaum y el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, les han dado la bienvenida porque los desertores del PRI han declarado que no van por un cargo. Sin embargo, hay casos como el del exgobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, que, en efecto, no pretendería ya ocupar ningún puesto público sino que le garanticen impunidad, como sucedió con otros exmandatarios priistas que entregaron las gubernaturas de sus estados a los candidatos de la 4T a cambio de embajadas. El último fue el hidalguense Omar Fayad Meneses, quien a pesar de reconocer cínicamente que no tenía méritos para ser representante diplomático, fue nombrado por la mayoría de Morena en el Senado como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de México en el Reino de Noruega.
A Murat le ha andado la lumbre cerca a pesar de que, como gobernador, hasta el presidente López Obrador propuso hacerle un homenaje por "ser un aliado de la 4T". No obstante, el gobierno de su sucesor, el morenista Salomón Jara Cruz, lo investiga por presuntos hechos de corrupción. A finales de noviembre pasado fue detenido Javier Lazcano Vargas, uno de los colaboradores más allegados al exmandatario ex priista, quien fue denunciado penalmente por un quebranto de casi 200 millones de pesos como extitular de la Secretaría de las Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra).
Antes de Lazcano Vargas, la Fiscalía de Oaxaca ya había detenido, por el mismo delito, a otros cuatro exfuncionarios.
Y es que por la buena relación de Murat con Morena, en octubre de 2019, la LXIV Legislatura del estado, con mayoría morenista, le aprobó una deuda por tres mil 500 millones de pesos para 118 proyectos en obras sociales que no cumplió ni transparentó.
Otro escándalo que le reventó a este destacado miembro de la "Alianza Progresista" que ahora apoya a Sheinbaun y a Nahle –a la que, por cierto, destapó desde octubre de 2021 como "futura gobernadora" en un popular café del puerto de Veracruz–, es el del llamado Cártel del Despojo, un grupo de voraces notarios y exfuncionarios cuyo modus operandi consistía en simular compraventas y formalizar escrituras apócrifas para apropiarse de varios inmuebles mediante prestanombres.