México | 2024-10-18
Vaya banquetazo y festín que se han dado gobernantes y voceros de la Cuarta Trasformación (4T) con la sentencia de casi 39 años que el juez Bryan Cogan, de la Corte federal de Nueva York, le dio anteayer al exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, el hombre fuerte en el sexenio del panista Felipe Calderón, el más odiado por el expresidente López Obrador y sus seguidores desde el supuesto fraude electoral en la sucesión presidencial de 2006.
Ayer, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró que Calderón Hinojosa debería pedir perdón por su exjefe policiaco, y afirmó que el exmandatario panista es "muy cínico" por exculparse al argumentar que no sabía sobre los nexos de García Luna con el narcotráfico.
Pero este miércoles, tanto Breon Peace, fiscal para el Distrito Este de Nueva York, como Katrina W. Berger, directora ejecutiva asociada de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), y Anne Milgram, administradora de la DEA, al anunciar conjuntamente el veredicto, advirtieron al unísono: "La sentencia dictada hoy contra el exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, envía un mensaje claro a los líderes corruptos de todo el mundo que utilizan sus posiciones de poder para ayudar a los cárteles: ninguna cantidad de poder los protegerá de la justicia".
El mensaje enviado desde Nueva York fue muy claro, por lo que en la 4T deberían poner sus barbas a remojar, pues en sus filas partidistas y gabinete presidencial hay líderes y funcionarios que difícilmente podrán poner un pie en Estados Unidos, a menos que se arriesgaran a correr la misma suerte que el exsecretario de Seguridad Pública de Calderón.
Y es que, por ejemplo, hace casi tres semanas, el miércoles 25 de septiembre, el gobierno de Estados Unidos desclasificó un memorando enviado desde la embajada en la Ciudad de México al director del FBI en marzo de 1986 sobre el caso del asesinato del agente de la DEA, Kiki Camarena, que confirma que Manuel Bartlett Díaz, quien acaba de entregar la Dirección de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), está involucrado en este caso que le tocó como secretario de Gobernación en el sexenio del expresidente Miguel de la Madrid (1982-1988). La tortura y crimen del agente antinarcóticos de EU se atribuyó al cártel de Guadalajara que en la década de los ochentas lideraba Rafael Caro Quintero, actual capo del cártel de Caborca, Sonora.
Otro cuatroteísta que difícilmente viajará también a Estados Unidos es el exdirigente nacional de Morena y flamante titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Mario Delgado Carrillo, vinculado al empresario tamaulipeco Sergio Carmona Angulo, ligado a la red criminal de importación ilegal de gasolina y venta de "huachicol", ejecutado hace tres años en una barbería de San Pedro Garza García, Nuevo León. Carmona fue uno de los principales financiadores de Morena, quien en las elecciones intermedias de 2021 habría aportado hasta 500 millones de pesos a las campañas de los candidatos de la 4T. Su hermano Julio Carmona, exjefe de la Aduana de Reynosa, pocos días después del asesinato de Sergio, se entregó a la justicia estadunidense y se acogió al sistema de testigos protegidos.
¿Y Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, no fue acaso del equipo de García Luna también?